Brotes verdes en el Ciutat de Valencia

Vigo

El Celta ha vuelto. Necesitaba un triunfo y, por fin, lo logró. No sin sufrimiento porque eso va en nuestro ADN. Había planteado Paco López un guión Cádiz para intentar neutralizar al Celta. Ese guión de meter una línea de cinco atrás y un doble pivote por delante. No encajar y, después, esperar el error del Celta para ponerse 1-0 y ya. Pero esa hoja de ruta no le salió a Paco López. Ya era hora que el equipo del Chacho Coudet tuviese la suerte de cara. La primera parte se resume en el dicho de los bomberos y no pisarse las mangueras. Así fueron los primeros 45 minutos. Ambos equipos estuvieron más preocupados de no encajar, de no cometer errores groseros y carísimos que de marcar. Y eso lo lograron. Se llegó al descanso con cero disparos a puerta de ambos equipos. Eso lo dice todo. Dejaban la resolución del partido para la segunda.

Coudet movió ficha con el cambio de Nolito por un gris Cervi y de Denis por un Tapia que llega al descanso tieso y lo tienen que volver a cambiar. Ahí el partido se abrió un poco y el Levante perdonó la ocasión más clara con un remate de Roger que hizo lo más difícil: tirarla por encima de la portería. El Celta también apareció y, en un momento de pérdidas de balón e impresiones continuadas por ambos equipos, roba Brais, conduce y asiste Mina y aparece, por fin, Aspas. Gol de primer toque, de remate de precisión y calidad brutal para poner 0-1 al Celta. Como necesitaba Aspas el gol y como necesitaba el Celta a Aspas.

Pero al minuto la cosa estuvo a punto de torcerse. Despeje defectuoso de Hugo Mallo, contra con solo dos jugadores del Levante que acabó en penalti. Morales la puso y Roger la bajó; Aspas tocó con la mano y el árbitro pitó penalti. Gil Manzano desde el VAR le dijo que la fuese a ver pero no rectificó. Penalti a favor del Levante. Cuarto penalti en contra del Celta en seis partidos que va camino de batir el récord del mundo si esto sigue así. El capítulo de las manos y el Celta da para un libro bien gordo. Matias Dituro paró y todo el mundo aprendió la lección del otro día contra el Cádiz. Los jugadores entraron más rápido en el área que un grupo de jubilados cuando leen juntas las palabras vino español y gratis. Tercer penalti parado por Dituro en lo que va de temporada. Estadística de portero de hockey sobre patines.

Y cuando pensábamos que el Levante se iba a ir arriba con todo, apareció un Celta tranquilo, intenso, agresivo y que minimizó los errores. No encontraba espacios el equipo de Paco López y los de Coudet buscaban una contra para matar el partido. Y así fue. Mina peleó un balón hasta la extenuación, forzó el fallo de Vezo, asistió a Brais que, dentro del área, sienta a Franquesa y bate con extrema calidad a Cárdenas. 0-2 y primera victoria para la Chachoneta. Necesario triunfo de un equipo que tenía ganas de sonreír. La preocupación para el Levante por esta derrota y el Celta a afrontar con más tranquilidad el partido del Granada del lunes que viene. Buen partido de Beltrán, Okay volvió a jugar al final del partido y Aspas y Brais volvieron a marcar. Pero al César lo que es del César: Santi Mina lleva en los últimos tres partidos 2 goles y 2 asistencias. Está siendo el jugador más resolutivo del Celta en este arranque de temporada.