El Madrid simpre te engaña

Santiago de Compostela

La historia se repitió en el Wizink Center. El Real Madrid te deja que te lo creas por momentos, como cuando en el tercer cuarto el Obradoiro se puso tres arriba y parecía que los blancos flaqueaban y empezaban a fallar sus tiros. Pero en el arte del engaño, el Real Madrid también es un gigante. Te deja que te lo creas para luego matarte con los triples imposibles pero de toda la vida de Llull o la irritante faciliadad para hacer canastas de otro clásico como Rudy Fernández. Al final, te mete de diez y aún te vas medio satisfecho porque has estado ahí. 

Al Obra le sobraron errores que sobran siempre para poder ganar un partido, (pérdidas de balón o porcentajes no tan buenos en el tiro como ante Joventut), y eso siempre es capital ante rivales de la talla de los blancos. El Obradoiro fue capaz de ganar dos de los cuatro cuartos del partido, (el segundo, 16-17 y el tercero, 15-21), pero es que cuando el Madrid se pone, lo mismo intimida con Tavares o Yabusele, como luce veteranía y calidad en acciones individuales con los mecionados Rudy o Llull. Todo eso, aderezado con los nuevos Poirier o William-Goss, hace que la gran mayoría de las veces, el reto de sorprender acabe siendo imposible. 

Por el Obra, destacar la calidad que sacó a pasear por el coliseo blanco Henry Ellenson (20 puntos, 7 rebotes), al que le faltó compañía a la hora de mostrar colmillo como colectico al conjunto compostelano.