Un pulmón artificial para dos vidas
Una paciente con COVID grave y embarazada de 26 semanas, consigue superar la enfermedad y llevar a término el embarazo gracias a la técnica ECMO, que permite descansar a los pulmones
undefinedATLAS
Madrid
Sara ingresó el pasado mes de mayo en el Hospital de Fuenlabrada con COVID-19. A sus 30 años el coronavirus le había provocado una neumonía bilateral que amenazaba su vida y la de su bebé. Su caso es uno de los que empezaron a llenar las urgencias de los hospitales a finales de la pasada primavera y que llevó a las autoridades sanitarias –en Madrid y a nivel nacional- a diseñar dispositivos específicos para aumentar la cobertura vacunal entre las gestantes.
Ella se infectó a las 26 semanas de embarazo y la evolución no era buena. Ingresó en la UCI del centro fuenlabreño, donde lo intentaron todo. Estaba intubada y, a pesar de su avanzado estado de gestación, probaron a ponerla en decúbito prono –boca abajo-; pero Sara no mejoraba. “Claramente fue insuficiente”, explica José Alfonso Rubio, el intensivista del Hospital 12 de Octubre que la trató cuando en Fuenlabrada ya no podían hacer nada más por ella.
Este centro es uno de los hospitales de referencia en la región para el uso de la técnica ECMO. Se trata de una máquina que sustituye la función pulmonar y permite a estos órganos descansar. Básicamente, saca la sangre del cuerpo de la paciente y la hace pasar a través de una máquina, que extrae el CO2 e introduce artificialmente el oxígeno que necesitan las células del paciente. A Sara se la aplicaron tras 48 horas en las que la mujer sufrió un empeoramiento claro. “Gracias a la ECMO, tanto ella como la niña, salieron adelante”, cuenta el marido de Sara en las declaraciones facilitadas por el hospital.
Diez días después el aparato respiratorio de Sara había mejorado claramente y le pudieron retirar esos pulmones artificiales, la sedación y la extubaron. La recuperación de la paciente entraba en otra fase distinta, ya en planta y fuera de peligro. También lo estaba su bebé, que durante todo el proceso ha estado monitorizada también por especialistas de las áreas de Ginecología y Obstetricia y Neonatología. El embarazo ha podido llegar a término, sin complicaciones añadidas.
“Sara ahora ha dado a luz y la verdad que están muy bien", señala el doctor Rubio en referencia a madre e hija. Al marido de Sara se le iluminan los ojos al describir la primera vez que vio a su hija en una ecografía, cuando su mujer ya estaba fuera de peligro: “No la había visto aún porque a las revisiones tenía que ir ella sola”. A la pequeña le sobraba vitalidad, según su padre, y “no paraba de moverse, estaba revoltosa”. Ahora los tres han empezado ya su nueva vida fuera de los muros del 12 de Octubre.
Javier Alonso
Periodista. Licenciado por la Facultad de Ciencias de la Información de la Univesidad Complutense de...