El proyecto de segundo mercadillo de Aranda sigue en pie

La Asociación de Comerciantes de Santa Catalina mantiene la esperanza de lograr que el barrio albergue un mercadillo semanal, a pesar de las dificultades burocráticas que entraña el proyecto. A principios de este año la Concejalía de Comercio manifestó su disposición a hacer unas bases que marquen las normas de funcionamiento y de identidad de esta nueva cita para satisfacer a la vez al colectivo de vendedores ambulantes y al tejido comercial de esta zona.

Apenas dos meses después de ese optimista mensaje la responsable de este departamento reconoció que la puesta en marcha de este proyecto implicaría una carga de trabajo que los técnicos municipales no podían asumir en ese momento. Se hablaba de la figura del ‘placero’ que se encargue de la organización de todo lo que conlleva un mercado como éste, un requisito que parece que sigue siendo condición sine qua non para que el proyecto se lleve a la práctica. Así lo admite Juan Carlos Quintana, el presidente de la Asociación de Comerciantes de Santa Catalina, a pesar de que valora muy positivamente el empeño de Olga Maderuelo, la responsable política de Comercio, y confía en que el proyecto llegue a buen puerto en una zona muy cercana al nuevo mural que se daba por finalizado este miércoles. “Ahora mismo esto es parte del mercadillo se puede decir, porque el mercadillo lleva un proyecto conjunto con lo que es el arte del barrio en los murales, que asocia lo que es la visita al mercadillo y luego la visita guiada a los murales que se conseguirá con una guía y yo sé que se está trabajando y en este caso Olga está haciendo una labor muy importante, pero entendemos que hay que darles tiempo para que se cree la plaza del placero, una persona que dirigiría todo el tema de la limpieza, el tema de que no haya morosidad y entendemos que es una figura importantísima, sin la cual nosotros no seguiríamos adelante”, comentaba Quintana, que insiste sobre todo en garantizar que la limpieza del mercadillo la realicen los propios feriantes, sin que suponga un gasto adicional para el Ayuntamiento.