María del Mar Ramírez: "Ser cartera rural en las aldeas de Iznájar es una maravilla"

Córdoba

María del Mar conoce a todos los vecinos y vecinas que viven en las ocho aldeas de Iznájar que hay entre Rute y el pantano: La Hoz, Lorite, La Celada, El Jaramillo,  Solerche , Los Juncares, El Higueral y Arroyo de Priego. Es su trabajo, porque ella es la cartera rural de esas pedanías en las que viven más de mil personas.

Es de Lucena, tiene 44  años, hace 18 que trabaja en Correos. Hasta hace poco realizaba el reparto en una barriada cordobesa, pero el destino le reservaba esta plaza de cartera rural en las aldeas de Iznájar con la que se siente "inmensamente feliz".

Con su coche de correos, María del Mar hace cada día unos ochenta kilómetros para el reparto de las cartas, la paquetería y también cuando es necesario las gestiones bancarias.

El equipo de Correos en Iznájar, está compuesto por cuatro personas: Sergio, el director, María del Mar, Toñi y otro cartero, Sergio. Su compañera y ella atienden en las aldeas  y Sergio se encarga del reparto en el pueblo.

"Yo he nacido para esto, me encanta mi trabajo. La gente me quiere mucho aquí y me trata como si fuera de la familila", dice María del Mar, que recuerda que no podía venir a trabajar a mejor sitio...

"Mi padre era cartero también aquí. Nos vinimos de Barcelona cuando yo era muy pequeña y lo destinaron a Iznájar, la gente lo quería mucho aquí y todavía se acuerdan de él". Así que parece que esta plaza estaba predestinada para ella.

Reparten el correo, la paquetería, hacen gestiones para el banco, pero también cumplen otra función social muy importante: "A veces les llevas alegrías y a veces les llevas malas noticias, y tienes que intentar atender también esa preocupación que es humana y animarlos y decirles que todo va a ir bien".

"Yo tengo mucha suerte, en estas aldeas la mayor parte de la población es mayor, son personas muy agradecidas, muy amables, que te ofrecen todo lo que tienen y que hacen sentir bien. Me siento muy querida y muy valorada aquí".