Un Derecho y una Obligación
Mª José Pacheco

Jerez de la Frontera
Aún me sonrojan y me enervan al mismo tiempo las polémicas y nada inconscientes declaraciones de la presidenta madrileña sobre que “no se puede regalar a todo el mundo la educación porque no es sostenible el sistema”. Ni siquiera voy a detenerme en explicarle lo que otros han hecho ya muy bien: ni es un regalo, porque se paga con los impuestos de todos; ni está en su mano hacer caridad con algo tan fundamental; ni es algo siquiera discutible porque es uno de los derechos recogidos en nuestra Constitución Española, esa con la que se le llena la boca día sí día también.
Pero al tiempo que me subleva y me escuece en mi conciencia democrática y de justicia social esta andada cargada de intención, tengo que reconocer que muchos que se rasgan las vestiduras y hablan de defender la educación pública tampoco dan el mejor ejemplo.
Solo tienen que darse ustedes un paseo por la zona rural de Jerez, por poblaciones como El Torno o Cuartillos, para comprobar el lamentable estado en el que están sus colegios de Primaria e institutos. He visto imágenes horripilantes. Nadie puede culpar a las familias de los menores de esa zona de no querer que sus hijos acudan a las aulas en esas condiciones ruinosas, peligrosas e insalubres.
Si tenemos tan claro que la educación pública es un pilar de nuestro estado del bienestar, si no somos de los negacionistas de la necesidad de promover la igualdad de oportunidades a través de una escuela pública gratuita, entonces hay que actuar, buscar consenso entre administraciones y financiación para solucionar el problema de los centros educativos del Jerez rural. Lo contrario es una vergüenza y un abandono de quiénes más lo necesitan.




