La Policía ha desalojado al grupo de siete personas afectadas por el aceite de colza que se han encerrado desde las 10 de la mañana en la sala de Las Meninas, en el Museo del Prado, para protestar por el «abandono» del Gobierno ante su situación. Al menos hay un detenido, una persona se ha ido por indisposición, mientras que el resto se mantiene en los exteriores del museo. Amenazaban con «retransmitir en directo su descanso eterno» si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no atiende sus demandas y aseguraban que «pasadas seis horas empezaremos a ingerir pastillas». Este movimiento ha sucedido el día en el que se cumplen 40 años desde la publicación en el BOE del Real Decreto sobre la protección de los afectados por el aceite de colza. Se sienten ignorados por todas las administraciones y aseguran que llevan «40 años envenenados y condenados a vivir como en 1981 por el abandono del Estado». La sala de Las Meninas, donde se ha producido el encierro, fue aislada a los pocos minutos de comenzar la protesta, aunque los visitantes del museo han accedido con normalidad al recinto durante la mañana. La sala ahora ha recuperado ya su ritmo habitual. Según relatan las víctimas presentes en El Prado, “el servicio de seguridad« ha intentado desalojarlos »a la fuerza« y convencerles para que salgan »de la sala más importante del museo”. Aún así han resistido. Argumentan que han elegido este lugar para protestar porque la cultura les ha ayudado durante estos años. Los afectados por la intoxicación, agrupados en la asociación Síndrome de Colza- Seguimos Viviendo, plantean una protesta pacífica. Algunas de sus principales reivindicaciones son recibir un homenaje de dignidad y respeto como acto de Estado, revisar la actualización de incapacidades penales para que les reconozcan la pensión incapacitante o cubrir cualquier tratamiento o terapia médica.