Actitud

Albacete

El otro día, paseando a mi perro, que he de deciros que es uno de los mejores momentos, de mi día a día. Me "derrapó" en mis narices, nunca mejor dicho, un chico, por llamarlo de alguna manera.

Yo pensé que era alguien que venía a decirme algo sobre "Ana Tramel" que es una serie de TVE, en la que participo y por la que estoy recibiendo muy buenos comentarios.

Me gusta atender al público que se interesa por mi trabajo y con los que compartir una charla, la mayoría de las veces amena, sobre los proyectos en los que participo.

En este caso, el chico, insisto, por llamarlo de alguna manera. Se puso muy cerca de mi y me dijo:

- ¡Gordo. Que estás muy gordo. Estás enfermo y te vas a morir!

Y esto me lo dijo un chico, por llamarlo de alguna manera, de unos 33 años, subido en una bicicleta de esas que se utilizan para dar botes, como las cabras montesas y con una vestimenta más propia de un chaval de 16 años.

Yo con esta manía de responder, a todo y a todos y a todas, le contesté.

- Tu si que estás enfermo, pero de la cabeza. Y estoy seguro de que también te vas a morir.

El susodicho se quedó bloqueado, me miró mal, escupió al suelo, y se marchó dando botes, con su bicicleta, por encima de los muebles urbanos, de la arquitectura urbana y de una anciana, también urbana, que movió su cadera de manera juvenil, para no ser brutalmente atropellada por este chico, por llamarlo de alguna manera.

Seguí con mi paseo tranquilamente y disfruté como ningún otro día de la amistad que me regala mi mascota.

Y en esta continuación andarina, me dio por pensar en lo que tuvieron, tienen y espero que no tendrán que pasar, las personas que no cumplieron, cumplen o cumplirán, con lo establecido en los cánones estéticos, de alguna época determinada.

Esto de andar en busca de la raza "ária" ,como sello de identidad, ha sido, es y será una moda de quita y pon, nefasta, en cualquier época, lugar o situación, en la que se haya dado a establecerla.

Y es que el juicio, la denigración y la humillación por lo que se sale de lo establecido, está de moda. Y la moda se fundamenta en una cuestión estética.

La estética, como bien sabemos, es una cuestión de gustos.

Y los gustos, nos los decretan, empresas, sin muchos fundamentos, cuyo compromiso social más potente es ganar dinero y si puede ser mucho dinero, mejor que mejor.

Y cuando se ven acorralados, porque les recuerdas, lo tarados que pueden llegar a estar con sus pensamientos, reaccionarios, imbéciles y dañinos.

Recurren a aquello de los hábitos dañinos y la salud. Y entonces reculan, al verse descubiertos y empiezan con el discurso rancio, falso y reiterativo, de que se preocupan por nosotros. A lo que yo les contesto que ya me preocupo yo de mí mismo.

Y que sería bueno que se preocupasen de ellos. Y en especial de sus cabezas.

Porque buscando "un supuesto", que a mi me gusta buscarlos, con el fin de entender mejor las cosas.

Me imagino a este chico, por llamarlo de alguna manera, tarado, mediocre y enfermo. Haciéndole este comentario a un niño, que felizmente, paseara a su mascota, por las calles de su ciudad.

Y lo que visualizo, no me gusta.

Y es por tanto que desde esta plataforma que se me ofrece, levanto la voz y me posiciono a favor de todos "los diferentes" del Mundo.

Y por boca de Federico García Lorca, me atrevo a decir:

Levanto mi voz,

contra vosotros,

enfermos de las ciudades,

de carne tumefacta

y pensamiento inmundo,

madres de lodo,

arpías,

enemigos sin sueño

del Amor

que reparte coronas de alegría.

Contra vosotros siempre,

que dais a los muchachos

gotas de sucia muerte

con amargo veneno.

Contra vosotros siempre,

¡Asesinos de palomas!

¡No haya cuartel!

¡Alerta!

Que los confundidos,

los puros,

los clásicos,

los señalados,

los suplicantes

os cierren

las puertas de la bacanal.