Un Cádiz CF entre dos aguas

Cádiz

El Cádiz CF navega en una situación complicada. Los amarillos están en puestos de descenso a Segunda División y con muchísimas dudas en su juego. El propio entrenador insistía en que el equipo y él mismo tienen que "dar un paso adelante". Reconocía que \estamos buscando posibilidades de que con el balón seamos algo más". Parece que el técnico quiere que el equipo evolucione, aunque a veces el discurso puede parecer contradictorio.

La realidad es que los amarillos tienen jugadores con calidad suficiente para hacer algo más. Alex, Perea, Negredo son futbolistas de buen pie, Alarcón y Johnson puede dar una salida clara desde atrás y Chust es un central que saca la pelota de forma más que aceptable. Obviamente no se trata de tener un 70 % de posesión, ni de dar 40 toques en cada jugada ofensiva. Se pide que el ataque sea algo más que dar un pelotazo o que cuando los talentosos la tienen el equipo les ofrezca posibilidades para seguir creciendo en campo contrario.

El Cádiz no puede perder su sello de equipo aguerrido, e intenso. Esa es la primera piedra. Pero con eso solo no basta y el entrenador lo sabe. Cervera tiene que lograr sumarle a ese rigor defensivo soluciones ofensivas, pero eso no se consigue por ciencia infusa. El cuerpo técnico tiene que darle los mecanismos oportunos a los jugadores. No se trata solo de llevarle la pelota a Perea alli, y que él ya invente. 

Nadie le pide al equipo amarillo que vaya a pecho descubierto, perosíi que encuente un equilibrio que es más que necesario. El equipo está entre dos aguas en esa evolución. Con la duda, no solo no está atacando mejor, sino que  además defiende peor.  En ese intento de hacer "algo más" se está desordenando, defendiendo peor y encajando más goles. El Cádiz ha tenido momentos lúcidos como la segunda parte ante el Alavés. Obligados por el resultado, el equipo cadista dominó de principio a fin aunque le faltó remate y claridad, más allá de una chilena de Negredo y un balón bajo los palos que sacó el equipo visitante.

Llevamos casi tres meses de competición, más la pretemporada. Ha habido tiempo suficientee para completar esa forma de juego. Al equipo le falta, pero no puede esperar más si no quiere descolgarse en la pelea.