Principio de Legalidad
Manuel Pareja

Jerez de la Frontera
El Ministro Marlasca dijo en estos días que la excarcelación del asesino de Lardero se había hecho atendiendo al principio de legalidad. Y tiene razón. Nuestro sistema penal y penitenciario permite que un asesino y violador reincidente esté en la calle dispuesto a la caza de nuevo, antes de que cumpla su condena. Por el principio de legalidad se puede desoír el insistente dictamen de la Junta de Tratamiento de la prisión de El Dueso que clamó porque no se le soltara. Por el principio de legalidad, el Juez de Vigilancia Penitenciaria con el informe favorable de Instituciones Penitenciarias -que depende del Ministro- pudo concederle la libertad condicional.
El principio de legalidad permite que este tipo vuelva al lugar donde mató y violó y no pone obstáculos a que se mude de casa a unos metros de un colegio. El principio de legalidad también traga que no se tomara ninguna medida cuando los vecinos días antes advirtieron y denunciaron que este depredador acechaba a sus hijos. El principio de legalidad del Ministro Marlasca es el de una ley penal que cree que todo el mundo, incluso los psicópatas, se pueden reintegrar en la sociedad dejando de hacer lo que mejor saben, matar. El principio de legalidad permite 39 permisos antes del golpe final. El Principio de legalidad permite que el Ministro se escude en él y no sea capaz de acercarse a la familia cuando estaba a 8 kilómetros de Lardero en un mitin de la tribu.
Todo eso es el principio de legalidad.




