El juez absuelve al fotoperiodista de 'El País' acusado de golpear a un policía

Barcelona

Un juez de Barcelona ha absuelto al fotoperiodista de El País, Albert García, acusado de golpear a un policía nacional mientras cubría los disturbios posteriores a la sentencia del procés. El tribunal da credibilidad al relato que hacía el fotógrafo y otros compañeros de profesión que declararon como testigos: que no fue García, sino el policía, quien le empujó mientras hacía fotos a una detención; y que cuando le recriminó que no le dejara hacer su trabajo, ordenó detenerle.

El juez considera que no hay pruebas de la presunta agresión por parte de García, ni tan solo de que forcejeara con el agente cuando fue detenido: "el forcejeo no es tal, más bien es un agarrón de un agente de la autoridad a una persona con el fin de proceder a su detención", señala el juez.

La Fiscalía que inicialmente le pedía 1 año y medio de prisión, acabó rebajando la pena a 4.800 euros de multa por un delito de resistencia, que el juez no considera acreditado. Periodistas de distintos medios de comunicación grabaron lo sucedido. Pasó el 18 de octubre a las 22:30 horas, en la plaza Urquinaona de Barcelona, en un momento de calma tras una tarde de protestas y disturbios violentos. Según explicó García y los periodistas que estaban junto a él, dos antidisturbios golpearon a un joven que estaba en el suelo. García empezó a sacar fotos de la actuación, cuando el agente que le acabó denunciando, se puso en medio, tapándole la escena e impidiéndole trabajar. Según el policía, fue entonces cuando el fotoperiodista te propinó un empujón que le causó una lesión en la mano.

El juez ve incongruencias en el relato del antidisturbios y descarta que esa lesión se produjera. El juez destaca que el denunciante pidiera ayuda a sus compañeros para detener al fotógrafo, que iba correctamente acreditado como periodista, ya que le dolía el dedo que supuestamente García le había herido, pero, sin embargo, no cogiera la baja médica hasta una semana después. El tribunal considera "incompatible con una lesión objetivada" que estuviera siete días más trabajando y que no conste ningún parte médico del día de los hechos.

Al tribunal también le "llama la atención" que, durante el juicio, el agente dijera que pensó "a este me lo llevo detenido", "sin que conste videográficamente un apercibimiento previo". A eso, se suman las dudas que sembró en el juez el hecho que el policía admitiera que al verse rodeado de cámaras, empezó a "buscar testigos" que apuntalaran la detención. Tres de sus compañeros respaldaron su versión, pero el juez considera esos testigos inválidos. Los primeros no presenciaron la supuesta agresión o forcejeo y el último de ellos, fue más allá, asegurando que el fotógrafo propinó al agente un puñetazo, que ni el mismo denunciante había percibido.