Transportes desatascará en 2022 el túnel derruido del Directo y licitará el tramo de la A-11 Langa-Aranda

Burgos

La Ministra de Transportes ha abierto esta tarde una rendija a la esperanza para el futuro de las dos infraestructuras más ansiadas y de las que más necesidad tiene la Ribera del Duero: la autovía del Duero y el Tren Directo Madrid Aranda Burgos

En primer lugar ha anunciado que por fin, y tres años después de que se le encargara a la empresa pública INECO, ya está finalizado el proyecto del tramo de la A-11 entre Langa y Aranda, lo que permite retomar el proceso para su licitación, que la ministra espera que se produzca entre finales de 2022 y 2023. El proyecto recoge que la obra costará cerca de 170 millones de euros.

Y después de diez años desde el derrumbe del túnel de Robregordo que supuso el cierre en la práctica de la línea del Directo, la ministra ha anunciado un primer gesto para revertir la situación de abandono: se ha comprometido a emplear alrededor de 10 millones de los fondos presupuestados por ADIF para manteneimiento en 2022 en rehabilitar de forma integral el túnel y sacar la bateadora atrapada en su interior. De momento, según la nota de prensa distribuida por el servicio de prensa del ministerio “se está trabajando en el estudio para la rehabilitación integral del túnel de Robregordo, actuación que tiene un presupuesto estimado de 10 millones de euros.”

Pese a que este es el primer gesto que revierte el abandono sufrido por la vía durante diez años, la ministra ha evitado referirse a siguientes actuaciones en el resto de la línea y ha aludido cualquier compromiso concreto con su reapertura. Ha insistido en subrayar la importancia de la actuación en el túnel y ha dejado para la finalización de estas obras las siguientes decisiones sobre su futuro, de las que quiere dialogar con los “agentes sociales, económicos y territoriales” implicados. Llama la atención, por el contrario, que la mencionada nota de prensa, apela a un nuevo estudio de viabilidad “Asimismo, se está llevando a cabo un “Análisis de viabilidad para la reapertura de la línea” anuncia el documento.

La ministra también se ha referido al comienzo de la obra en 2023  del subtramo de la A-11 que conecta el final de la variante de Aranda por el oeste con Castrillo de la Vega. Esta actuación tendrá un coste de doce millones de euros y parece tener como función evitar que caduque de nuevo y definitivamente la decaración de impacto ambiental del largo tramo entre Castrillo de la Vega-Quintanilla de Arriba, que acaba de ser prorrogada por los retrasos acumulados en el proceso administrativo, sin posibilidad de nuevos aplazamientos.

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Los anuncios se han hecho durante la visita que la Ministra ha realizado este viernes a la capital burgalesa, tras un encuentro con el alcalde de la ciudad, Daniel de la Rosa, al que ha repetido en varias ocasiones que vea en ella a la titular del “Ministerio de las Ciudades”, en referencia a la cercanía y sensibilidad que quiere tener con las inquietudes de los alcaldes y alcaldesas “de las ciudades”.