El "Corsé HUCA", un proyecto asturiano de vanguardia que usa tecnología 3D y un robot terapeuta
El corsé para pacientes adolescentes con escoliosis, podría ahorrar a las arcas del sistema de salud hasta 350 euros por paciente
José Fidalgo, Jefe de sección de infantil y prótesis en el área de rehabilitación del hospital
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Oviedo
El Corsé HUCA es un proyecto en el que un equipo de profesionales que encabeza José Antonio Fidalgo (Jefe de sección de Infantil y Prótesis en el área de Rehabilitación del Hospital Universitario Central de Asturias) lleva trabajando más de una década y que ahora empieza a dar sus frutos; nació con la idea de mejorar la calidad asistencial de los pacientes (en este caso, adolescentes con escoliosis idiopática) y de solventar los problemas de tolerancia en el posicionamiento de la columna que padecían los usuarios de métodos anteriores como la mesa de cotrel (daba problemas a la hora de conseguir el molde necesario para la elaboración de la pieza).
Tras años de intenso trabajo, el equipo de Fidalgo camina hacia el triunfo; tienen en marcha un modelo de mesa (donde se toman las medidas al paciente) y de corsé, que integran tecnología de impresión 3D que se lleva a cabo en el centro Idonial de Gijón, que permite la fabricación a medida del paciente. La Fundación FINBA para la investigación biosanitaria y el Servicio de Salud tienen la patente y toda esta labor de desarrollo se enmarca dentro del programa de Misiones Científicas del Principado (que busca potenciar la creación de consorcios público-privados para la presentación de proyectos de investigación e innovación competitivos).
El equipo de Fidalgo confía en contar en breve con el visto bueno del HUCA, necesario para comenzar a utilizar este corsé de manera sistemática. De momento hay tres prototipos listos. Se han dado además pasos para que la del hospital central sea unidad de referencia regional para que “cualquier pacientes de la comunidad que precise este tipo de tratamiento pueda ser derivado a nuestro centro, para tenerlo todo bien documentado”
El corsé funciona, asegura Fidalgo, que es consciente de lo duro del tratamiento para pacientes con escoliosis tan jóvenes por la cantidad de horas en que deben llevarlo puesto (entre 20 y 22 al día); en este sentido otra de las innovaciones que incorpora el proyecto es la mejor interacción con el paciente, gracias a la asistencia de un robot sanitario de nombre NAO “para que relaje un poco el ambiente para la toma de molde que no es un proceso doloroso, pero bueno, estamos hablando de adolescentes entre 11 y 14 años”.
No es menor tampoco el ahorro económico que supondrá cada corsé para las arcas del sistema de salud, unos 350 euros por paciente, sin contar con que los avances en el proceso asistencial permitirán al paciente salir con el corsé ya adaptado. El doctor José Fidalgo no descarta, una vez que el proyecto esté culminado, y los corsés se puedan usar de manera sistemática, su exportación a otros centros.