La Audiencia de Barcelona juzga a una vidente televisiva por estafa
La víctima pagó 31.000 euros porque los tarotistas le dijeron que "tenía mal de ojo" y se "iba a morir antes del fin de semana"
Barcelona
La Audiencia de Barcelona ha empezado a juzgar a la vidente televisiva Pepita Vilallonga acusada de estafar a una mujer de 77 años con una discapacidad. Le dijeron que iba a morir en cuestión de días y que para seguir viviendo tenía que pagar para que le hicieran unos ritos. La mujer llegó a abonar 31.000 euros. La familia de la víctima pide 8 años de cárcel para la médium y sus colaboradores. La fiscalía no ve delito.
"No creía en estas cosas, pero estaba en un agujero", ha explicado la víctima en el juicio. Estaba embargada y necesitaba vender un piso para solucionar un conflicto con su exmarido. Una noche, escuchó un anuncio de la médium y se decidió a llamar. La citaron en el consultorio de esoterismo de Vilallonga en Barcelona, en la calle Mallorca, para tirarle las cartas del tarot.
La jubilada preguntó si vendería la casa pronto. "En 30 segundos leyeron las cartas y me dijeron que tenía mal de ojo". La tarotista le dijo, según ha relatado la víctima, que tenía un "muerto en la espalda", que no llegaría al fin de semana y que también sus perros iban a morir en cuestión de días. Pero tenía solución: un colaborador de Vilallonga, podía sanarla con varios rituales. La mujer accedió. Le costó 4.4000 euros.
David, este nuevo espiritista, realizó un "abrecaminos", un ritual esotérico cuya receta han revelado ante el tribunal: le tiraron agua vendita, encendieron varias velas y recitaron una oración durante varias horas. El engaño siguió varias semanas más, mientras le pedían más dinero que la mujer entregaba por miedo a morir. Primero fueron 10.000 euros y después 17.000, que tenían que servir para sumar los servicios de un "capellán del Vaticano" y para enterrar los collares de los perros en Jerusalén. "Me decían, ¿qué vale más, tu vida y la de los perros o el dinero?", ha explicado la víctima.
La médium lo niega todo. Asegura que no conoce de nada a la víctima, al contrario de lo que admitió durante la fase de instrucción. Vilallonga, que ya fue detenida por estafar 300.000 euros a otra anciana, asegura que lleva 40 años dedicándose al esoterismo y que este juicio ha arruinado su carrera. Sus colaboradores sí reconocen a la víctima pero argumentan que nunca se quejó de los precios. La familia de la mujer reclama a los videntes ocho años de cárcel para que dejen de engañar a personas como ella. El juicio tiene que quedar visto para sentencia este miércoles.