Los bares sportinguistas
Manfredo Álvarez nos trae, cada miércoles, fragmentos de la historia rojiblanca
Manfredoteca (10/11/2021)
08:55
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Gijón
La sección 'Manfredoteca' sobre la historia del Sporting hizo inventario este miércoles de los restaurantes con más sabor rojiblanco en la segunda mitad del siglo XX.
Un bar de referencia fue Casa Juan del Man, en el paseo de Begoña, en la misma acera de la actual Escuela de Hostelería, que abrieron Juan y Calixto Argüelles. Allí solían comer el entonces entrenador Amadeo y jugadores como 'Pachu' Sánchez, Pepe Ortiz, Cástulo o Cholo Dindurra. Estos hermanos dirigieron después El Retiro, en la ruta de los vinos, que incluso fue taquilla oficial del Sporting y de la Feria Taurina de Begoña.
Una sidrería inolvidable fue Luis Canal, en la Carretera de la Costa, antiguamente Comandante Caballero, que hacía esquina, muy cerca del Parque Infantil, en dirección a la calle Domingo García de la Fuente.
Luis Canal se convirtió en el suegro de Rafa Marañón tras conocer a su hija Cruz cuando jugaba en el Sporting cedido por Real Madrid. El popular hostelero tristemente fallecido es el abuelo de Carlos Marañón, ahora comentarista en Carrusel Deportivo y Movistar y director de la revista 'Cinemanía'. Hasta varios componentes de la selección española de los históricos Miguel Ángel, Pirri, Cardeñosa, Dani, Santillana o Quini comieron en Casa Luis Canal el día antes del partido amistoso España-Noruega (3-0) que se disputó el 29 de marzo de 1978 en El Molinón.
A 50 metros de esta sidrería estaba otra imprescindible, Casa Herminio, punto de parada y fonda -disponía de dos pisos en el mismo edificio- de futbolistas solteros foráneos como Amengual, Uribe, Solabarrieta, Puente o Ciriaco.
Posteriormente otro bar-pensión fue El Altillo, en la calle Capua, mesa y cama para jóvenes como Tocornal, Felipe Miñambres, Tomás Hervás o Luis Sierra, todos jugadores procedentes de Castilla y León que el Sporting fichaba para el filial.
Dos casos curiosos fueron el Mesón Miqueletos y La Venta Manchega, ambos propiedad de jugadores en activo del Sporting rondando los años 70. El primero, ubicado en la calle Aguado, lo inauguraron Miguel Montes, 'Miluca' Alonso y Tati Valdés y el segundo, en un sótano del bloque de edificios pasada la iglesia de los Carmelitas, fue regentado por Paquito, Máximo Hernández y Antonio Puente.
