Enrique Camacho: "Dejemos de ver el vaso medio vacío"

El director de la Gala y los concursos del Carnaval de Santa Cruz plantea que "dejemos de ver el vaso medio vacío" y abandera el optimismo en esta conversación con Radio Club Tenerife. Además, confirma que habrá certamen de infantiles, "a una canción y en principio con tres fases".

¿Está siendo el Carnaval más exigente de todos?

 Sí. Si empiezo a decirte por qué, estamos aquí hasta mañana. Está siendo el más exigente por toda la incertidumbre que rodea a cualquier cosa que se empieza a organizar. Es duro desde el punto de vista de tener que prever distintos escenarios; eso implica trabajar el triple. Porque nosotros trabajamos en creación y, si no se puede crear una cosa, hay que optar por otra; no valen adaptaciones. Está siendo exigente, duro y complejo. Pero sigue siendo muy ilusionante.

¿Cuáles son las principales dificultades?

A nivel de producción, ya se sabe lo que se puede y no se puede hacer. Se ha planteado un formato en el Recinto que nos permite estar tranquilos en ese ámbito. Y donde está toda la preocupación es en los grupos, que puedan ensayar con tranquilidad y desde las garantías de seguridad que deben cumplirse. En cuanto a las galas, pronto empezamos con un taller para las comparsas, dispuesto en dos fines de semana; y arrancamos el cásting de presentadores de la Gala Infantil. También habrá otros cásting. Le estamos dando forma a un trabajo que otros años estaría ya planificado.

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¿Cómo será la Gala de la Reina ideal para Enrique Camacho?

El Carnaval es como el fútbol, que todo el mundo tiene un entrenador dentro y todo el mundo opina. La Gala ideal depende del gusto de cada cual. Este año vamos a dar un paso adelante hacia un formato más actual, que puede aportarnos mayor ritmo y ligereza. Vamos a hacer un experimento que puede salir bien o mal; o que puede salir bien y no gustar. Pero vamos hacia un camino distinto.

¿Pero será una Gala muy condicionada por las restricciones?

La Gala ideal sería con el aforo completo y que podamos encontrarnos todos en el Recinto de una forma muy cercana a la que conocemos. Yo sigo pensando que todavía es pronto para volver a realidades que todos conocíamos. Prefiero ser cauto y luego llevarme alegrías en caso de que lleguen.

¿Aprendieron del Carnaval virtual del año pasado?

Yo creo que sí, que fue un aprendizaje. Mucha gente que nunca tenía la posibilidad de ver este show desde la óptica del público, ya pudo hacerlo y pudo disfrutarlo. Fue una gala con mucho material grabado y claro que produjo enseñanzas. Hemos sacado conclusiones y hemos descubierto nuevos caminos que  ya estamos andando.

¿Prevén nuevas bajas de grupos a las ya confirmadas?

Espero que no haya más bajas. Cada vez que me entero que hay un grupo que está tambaleándose, pego un telefonazo para ver los motivos. Hay algunos que dan motivos muy sólidos, irrebatibles; y otros que más o menos están ahí en la duda. Confío que no haya más ausencias, pero es un año muy complicado por muchos factores, no solo por la complejidad de los ensayos sino también por la percepción que la gente hace de la situación.

¿Cómo será el concurso de murgas?

Tengo una idea que me gustaría plantear a los grupos. Ahora mismo nos hemos centrado en articular que pueda haber un concurso de adultas. El primer paso es ese, conseguir que haya un concurso. Y ya veremos si es éste el año de introducir más cambios.

¿Cuál será el formato?

Va a haber una canción en fase y las murgas que pasen, interpretarán la otra en final. Lógicamente con presentación, pasacalles y despedida. Esa es la gran variación con respecto a años anteriores. Yo tengo claro que es una cuestión absolutamente temporal; no puede volver a darse en años sucesivos.

Entiendo que con menos de 30 minutos por actuación.

No hemos profundizado tanto. Por el momento a nivel de formato se mantiene todo como está. La duración creo que se reduce, sí.

¿Es de suponer un bajón en el nivel por la falta de preparación?

Esta es una conversación que he tenido con muchos murgueros. No creo que haya que hablar de bajar el nivel, sino de un nivel acorde a las circunstancias. Los grupos no tienen ningún interés en presentarse con un nivel muy bajo; al contrario, querrán dar el 100%. Lo que se hará, entiendo yo, es una propuesta en la que como grupo hago una actuación en la que garantice que voy a dar el 100% respecto a lo que puedo. Pero por mi parte al menos, vamos a dejar a un lado las competitividades, los niveles y todo esto; que el Carnaval no es una competición, es un encuentro de personas. Y algunos siguen queriendo fomentar una competición donde en realidad tendría que fomentarse la imagen de una sociedad unida por un fin común: el Carnaval.

¿Y el resto de concursos? ¿Se mantienen o hay temor a que deban cancelarse?

Temores no tengo. Tenemos que ser responsables y consecuentes con unas normas que nos ayuden a evitar sustos. Por ejemplo, ese temor que había inicialmente a que se produjera una fuga de grupos infantiles ya se desvaneció. Los grupos están impulsando estar, aunque no puedan estar con tropecientos componentes. Hay una apuesta clara de la organización por la cantera y por los grupos de pequeños. Hay concurso de murgas infantiles a un tema, aparentemente con tres fases. Cuando acabe la inscripción, veremos.

¿Cómo será el escenario? ¿Y están contentos con él?

Contar con Carlos Santos ha sido un lujazo. Es ahora mismo uno de los mejores escenógrafos y más punteros que hay en Canarias, muy reclamados para muchas producciones. Que haya encontrado hueco para estar con nosotros en el Carnaval de Santa Cruz es un privilegio. Tenemos un escenario que da un paso adelante en cuanto a configuración y concepto; el tema lo permite y solo falta que se monte.

¿Sueña Enrique Camacho con que haya Carnaval en la calle?

No lo sé. Yo como carnavalero claro que lo sueño, pero también como buen carnavalero quiero ser responsable y pensar que es una opción que está por ahí, pero que no es segura. Pero no por eso debemos bajar el listón de la ilusión en cuanto a todo lo demás. Tenemos que seguir con el mismo ánimo, ya está bien de ver el vaso medio vacío. Veamos el vaso medio lleno, apostemos por el optimismo, por favor.