El Ayuntamiento de Astorga se olvida de Castrillo

La opinión de Ángel Santiago Ramos (12/11/2021)
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León
La localidad leonesa de Castrillo de los Polvazares, uno de los pueblos más visitados de la Comunidad, declarado en el año 1980 Conjunto Histórico Artístico de Alto Valor Cultural e integrante de la lista de los Pueblos más Bonitos de España, padece sin embargo un olvido permanente de los gobiernos municipal, provincial y autonómico.
Los presupuestos elaborados por los regidores del ayuntamiento de Astorga, al que pertenece la pedanía, llevan décadas sin que incluir apenas iniciativas y propuestas de mejora en servicios esenciales e infraestructuras. Castrillo carece de un sistema regular de limpieza de calles, y su pavimento, a base de cantos rodados, tampoco tiene el mantenimiento necesario que evite los numerosos baches y las piedras sueltas que van creciendo por todos lados.
No importa que el centenar de vecinos y las decenas de miles de turistas que lo visitan cada año padezcan y vean el estado lamentable de una localidad considerada de alto valor cultural y patrimonial. Un paisaje de piedras que dibujan calles y casas en un bello ejemplo de la arquitectura rural que hicieron posible hace dos siglos los arrieros maragatos.
Este patrimonio menor, que no compite con palacios y catedrales, tiene suficiente valor cultural, antropológico y turístico como para obligar a las instituciones a cuidarlo, al menos para que conserven en el mejor estado posible los espacios públicos.
Sin fundamento histórico de peso, Castrillo fue excluido en su día del itinerario del Camino de Santiago a su paso por estas tierras y nadie hasta ahora ha tratado de reparar tamaño desatino cultural. Desde la localidad anterior, Murias de Rechivaldo, las señales desvían esta ruta de peregrinos que se aleja, apenas unos cientos de metros, de Castrillo.
Sin apenas capacidad electoral, apenas unas decenas de votos, los distintos gobiernos municipales, no importa el color político, miran para otro lado ante el decadente aspecto que va tomando el aún valioso paisaje urbano de titularidad pública que representa esta pequeña localidad maragata.




