Familia de acogida: "En el momento que entran por la puerta de casa ya son mis hijos"

Alcázar de San Juan

En Castilla La Mancha hay cientos de niños y niñas que no pueden estar con sus familias biológicas por diferentes circunstancias, muchos de ellos pasan a vivir a recursos residenciales, también conocidos como centros de menores. Pero existe una alternativa: las familias de acogida.

El programa de Acogimiento Familiar de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha cuenta con una delegación en cada provincia y pueden formar parte de él todos los castellanomanchegos que sean mayores de 25 años. Para poder ser padres o madres de acogida es necesario ponerse en contacto con la delegación de bienestar de la provincia en la que se esté empadronado. Después se registra la solicitud y ya son los servicios sociales los que se encargan del proceso.

Tal y como explicaba en la SER, María José López Ruiz, técnico de menores, a la hora de querer ser una familia de acogida lo fundamental a tener en cuenta es "saber que son menores que han pasado por situaciones de abandono y que vienen dañados, por lo que para ellos es muy importante sentirse queridos y que tienen su lugar".

Una de las cuestiones más importante es diferenciar claramente entre una acogida de una adopción. En la última los padres adoptantes pasan a tener la patria potestad de los menores, se convierten en sus tutores legales para toda la vida, mientras que en el acogimiento ofrece al niño o la niña, mientras está bajo la tutela o guarda de la administración, la posibilidad de vivir durante un tiempo en un ambiente familiar complementario al suyo. Durante el acogimiento los menores pueden mantener contacto con su familia biológica siempre y cuando los técnicos de los servicios sociales lo consideren oportuno.

Además, existen diferentes tipos de acogimiento, los de urgencia que tienen una duración máxima de seis meses, los temporales que llagan a los dos años y los permanentes donde los menores no pueden volver con su familia biológica y permanecen con la familia de acogida hasta los 18 años.

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Ciudad Real es la provincia que cuenta con la mayor bolsa de familias acogedoras, hasta tal punto de que en muchos casos tienen que ceder familias a otras provincias como Toledo o Albacete. Desde los servicios sociales insisten en que no es suficiente ya que hay muchos niños y niñas que están en recursos residenciales pero podrían integrarse en una familia perfectamente.

Como explica Lola Valdepeñas, técnico de menores en la provincia de Ciudad Real, existen perfiles que son más complicados, "necesitamos sobre todo familias que quieran acoger a grupos de hermanos". También decía que es más complejo cuando los niños son más mayores, "a partir de los ocho años cuesta más que encuentren un hogar".

La acogida, una segunda oportunidad

Un ejemplo de familia de acogida lo encontramos en la comarca de La Mancha Ellos son Adriana y Daniel y llevan 10 años dentro del programa de acogimiento. A lo largo de todo este tiempo han acogido a dos niños y cinco niñas. Actualmente son dos niñas las que conviven en su casa junto a sus dos hijas biológicas de 13 y 14 años.

Dicen que es muy positivo para los niños porque consiguen estar en un entorno familiar durante un tiempo, y a su vez también es muy ilusionante para ellos mismos. Como explicaba Adriana lo más difícil llega cuando toca conocerlos, "ellos tienen que adaptarse a ti y tú a ellos".

Para Daniel lo más difícil es cuando se tienen que ir, pero aquí hay sentimientos encontrados, "por un lado la satisfacción de saber que el tiempo que han estado contigo has hecho un buen trabajo y alegría por saber que pueden volver con su familia o que los van a adoptar", señalaba.

Pueden escuchar la entrevista aquí: