Esto NO es ponerlos

Valencia

Los exégetas y hagiógrafos de Peter Lim en la ciudad -me refiero a personajes de la terreta; no a los nacidos en Singapur y alrededores- se han apresurado a cacarear las bondades del sumo hacedor por las dos ampliaciones de capital de las que Meriton informa en las cuentas anuales 20/21. Que si pone 93, que si sale al rescate del Valencia... Memeces. Ni pone 93 ni rescata al Valencia. Se rescata a sí mismo después de dos ejercicios de ruina provocada por su gestión negligente y caprichosa. Como casi todo lo que tiene que ver con estos señores/as desde que Amadeo, Aurelio y los patronos los introdujeron en nuestras vidas a golpe de falacia, el asunto tiene trampa. 

Vayamos por orden. La primera ampliación de capital. Una operación por compensación de créditos por importe de 43'2 millones de euros. Esos 43'2 millones totales salen de los 38 millones más los 5'2 de intereses de la línea de crédito de accionista que Peter Lim otorgó al Valencia en diciembre de 2014 y que, hoy por hoy, NO puede ni debe cobrarse. Cómo se va a cobrar 38 millones más intereses cuando acaba de formalizar un préstamo por 51 para combatir el pasivo circulante que le ahoga. Y cuidado, sigue reflejando en las cuentas que se le adeudan otros 16'5 (los que se utilizaron para pagar a los bancos el pasado ejercicio) y pretende cobrarlos a cortísimo plazo, extiende el vencimiento del préstamo de septiembre de 2021 a septiembre de 2022. Si pensara algo en el club, le daría más margen de maniobra. La garantía de ese préstamo, por cierto, ha cambiado. Ya no son los mejores jugadores de la plantilla. Ahora son los primeros cinco millones de cualquier futbolista que venda. 

Anil Murthy repite mucho -para ver si la mentira cala en alguien- que gran parte de culpa de la causa de disolución en la que se encuentra el club tiene que ver con la pandemia. Debe ser que no ha habido COVID-19 en Villarreal, Sevilla o San Sebastián. La realidad es que la deriva económica del Valencia es negativa desde mucho antes que el coronavirus cerrara estadios y paralizara ligas. Meriton ya había dado pérdidas por valor de 31'4 millones en la temporada 15/16. Y de 27'1 en la 16/17. Y de 36'2 en la 17/18. El Valencia entra en causa de disolución porque el club cada vez genera menos ingresos. Porque ya no está en Champions. Ni siquiera en Europa League. Porque en siete temporadas ha perdido más de 134 millones de euros. Eso no hay empresa que lo resista. Por eso tiene que ampliar capital. No lo hace para engrandecer al Valencia, para acercarlo económicamente a Atlético de Madrid o Sevilla. Lo hace porque no tiene más narices. 

Y luego está la segunda ampliación, con un aumento de la cifra del capital social de 24'5 millones de euros y una prima de emisión global de 57'2. Una operación en la que -muy importante- Lim renuncia al ejercicio de su derecho de suscripción preferente. Aquí, de entrada, ya no los pone.

Se trata de una maniobra legal con la que cubrirse porque está concediendo a los accionistas minoritarios la posibilidad de mantener su porcentaje actual en la SAD. Pero hay más. Como mínimo, otras dos lecturas que les invito a hacer. La primera; el desafío habitual a los valencianistas. ¿No decís que hay gente interesada en comprar? ¿No decís que hay empresarios valencianos dispuestos a ponerlos? Ahí tenéis. Hasta 57'2 millones de prima de emisión para inyectar al club. El desafío también tiene trampa. Y se le ve el cartón. ¿Qué empresario mínimamente responsable pondría un solo euro de su patrimonio en una sociedad que acaba de perder 31'2 millones, que anuncia más pérdidas para el siguiente ejercicio y está en causa de disolución? Y digo más. ¿Quién va a poner un solo euro de su patrimonio para que lo gestione alguien que ha demostrado ser un manirroto incapaz de dirigir un club de fútbol? ¿Quién quiere el 0'01% de esta SAD? ¿Poner para no pintar nada? La preguntas se responden solas. 

La segunda lectura es más una intuición que otra cosa. Me pregunto si, con esta segunda ampliación con cargo a aportaciones dinerarias, Lim no le estará abriendo la puerta al príncipe de Johor de turno para participar de un porcentaje de la sociedad y que pruebe la bicicleta durante unos meses. La bicicleta no tiene ruedas, ha perdido las luces reflectantes y carece de manillar. Está oxidada y raída por la humedad. Pero... hay príncipes muy aburridos. 

¿Qué? ¿Todavía hay alguien pensando que Lim ha rescatado al Valencia? ¿Le hacemos otro tifo el día del Rayo? ¿O mejor camisetas en plan 'Peter, gracias por todo'?. Va home, va...