Un partido trampa para seguir en la ola

Zaragoza

No cabe ni una sola duda de la transformación que ha experimentado el Real Zaragoza. El acierto, en fútbol se traduce en gol, le ha llevado a dar brillo a los nueve empates consecutivos que consiguió antes de ganar en Burgos. En El Plantío se produjo ese punto de inflexión tan deseado. Esos tres puntos le dieron alas para ganar al Sporting en La Romareda y ser capaz de convertirse en el primer equipo que le venciera a Las Palmas en el estadio de Gran Canaria.

Los números, como el algodón, no engañan. Tres triunfos consecutivos, trece jornadas sin perder, dos únicas derrotas, el segundo equipo menos goleado, ha marcados seis tantos en los últimos tres partidos. El orden de factores no altera el producto y el resultado dice que el Real Zaragoza es octavo con 22 puntos (ya ha superado los conseguidos la temporada pasada a falta de cinco jornadas para que acabe la primera vuelta), a cuatro de los puestos de promoción y con una brecha de seis sobre el descenso.

El Leganés llega este lunes a La Romareda para poner a prueba la extraordinaria racha de los blanquillos. No es un partido más por la historia del último enfrentamiento la temporada pasada en el estadio municipal cuando el Zaragoza puso un broche de hojalata a la nefasta temporada en la que se salvó por los pelos. Aquel pasado 30 de mayo, el equipo madrileño le endosó cinco goles en una tarde vergonzosa, que puso el colofón a una de las peores campañas de su existencia. Este detalle se ha recordado esta semana en el vestuario de la Ciudad Deportiva, tienen ganas de tapar con un buen partido aquella tarde que ha quedado impregnada en la historia negra del club aragonés.

El contexto, claramente, es otro, aunque en el fútbol esto no quiere decir nada y menos en una categoría tan imprevisible como la segunda división. El Real Zaragoza quiere estirar el chicle metiendo otra victoria en el zurrón y meterse más en la pomada. Por su parte, el Leganés llega muy necesitado a la capital aragonesa con un déficit importante de puntos y en posición de descenso. Los pepineros tienen en la figura de Medhi Nafti al segundo entrenador de la temporada, tras el cese hace unas semanas de Asier Garitano. Su posición en la tabla no es acorde a la calidad de su plantilla con jugadores de talla, puestos doblados y bloque llamado a estar en la pelea por su regreso a primera división.

El Real Zaragoza dispondrá de los internacionales (Francés, Francho y Yanis) y, en principio, tan solo pierde a Fran Gámez por sanción. Juan Ignacio Martínez recupera a Petrovic y a Nano Mesa, ya tiene sanos y con minutos a Narváez y a Vada por lo que cuenta con infinidad de alternativas para conformar la alineación. Atrás está claro que la ausencia de Gámez llevará a Francés al lateral derecho y mantendrá a Lluis López en el centro de la defensa junto a Jair. En el lateral izquierdo, la leve contractura de Chavarría, aunque está disponible, podría dar la titularidad a Nieto en el lateral izquierdo como medida de precaución. A partir de ahí, el técnico alicantino cuenta con infinidad de variantes. Petrovic o Eguaras, la vuelta de Francho, el buen momento de James, los galones del capitán Zapater, la presencia del máximo goleador, Valentín Vada… Por no decir en ataque, donde el único fijo es el goleador por partida doble en Las Palmas, Álvaro Giménez. En las bandas, también lío del que les gusta a los entrenadores. Bermejo viene de hacer su mejor partido con el Zaragoza, Narváez regresó con unos minutos en el último encuentro y Nano Mesa está de nuevo a disposición del técnico, tras cumplir un partido de sanción. Casi nada. Seguro que Juan Ignacio Martínez se estrujará los sesos para conformar el mejor once posible. La Romareda quiere celebrar este lunes la segunda victoria de su equipo en casa para continuar dando forma al mejor sueño de los zaragocistas.

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