Migrante, precarizada y con hijos menores: el perfil de mujer que más ha sufrido la pandemia
Las emociones más habituales durante los meses de encierro fueron inquietud, angustia, cansancio y estrés
Palma
Mujer migrante, con trabajo precario e hijos menores a su cargo. Es el perfil de la mujer que más ha sufrido las consecuencias del confinamiento y la pandemia. Las emociones más habituales durante los meses de encierro fueron inquietud, angustia, cansancio y estrés. Así se desprende del estudio 'Esenciales pero sobrecargadas. Impactos desiguales de la pandemia en la vida de las mujeres de Baleares' elaborado por el Observatorio Social de las islas dependientes de la Universidad. Desde mediados de 2020 hasta 2021 se ha encuestado a más de 2.000 mujeres que han ayudado a conformar el mapa de la desigualdad en el impacto de la pandemia.
El teletrabajo afectó más a las mujeres, igual que la caída de ingresos. Más de la mitad de las encuestadas han visto disminuidos sus ingresos informales durante el confinamiento. Además, la sobrecarga del trabajo doméstico y del cuidado de menores o de personas dependientes sigue recayendo principalmente en las mujeres. Catherina Thomàs, una de las autoras del estudio, explica que más de la mitad de mujeres afirmaron ser las responsables de las tareas domésticas y de los cuidados. Unos datos que invitan a la reflexión sobre los roles que siguen perpetuándose en la sociedad, ya que las encuestadas también afirmaron que recurren principalmente a su pareja o a su madre cuando necesitan cuidados. Apenas el 1% dijo recurrir al padre.
El impacto del confinamiento en la violencia de género es otro de los asuntos destacados en el estudio. De marzo de 2020 al mes siguiente las llamadas al teléfono de ayuda contra la violencia machista prácticamente se duplicaron. Sin embargo, el número de denuncias cayó, lo que Isabel Nadal, también autora del estudio, liga a una reticencia a denunciar. Las encuestadas creen que las medidas para combatir la violencia de género son insuficientes y creen que es necesario mejorar la educación afectivo-sexual.