¿Debe impulsarse la comarcalización administrativa de la Ribera?

RIBERA DEL DUERO

En múltiples ocasiones se ha podido visualizar cómo la Ribera del Duero burgalesa actúa en unidad. Los pueblos dependen en gran medida de Aranda, y viceversa. Es una relación demostrable, una unión identitaria y de valores. Una comarca. Pero aunque en territorio lo sea, a nivel administrativo la Ribera no lo es como por ejemplo sí El Bierzo. Y precisamente es lo que hemos preguntado este martes a Ángel Martínez y Rafa Miquel, en nuestra habitual tertulia. ¿Los pueblos se sienten amparados por Aranda y viceversa? ¿Qué pros y contras hay?

"Yo vine de Burgos hace muchísimos años y me enamoré de la Ribera. Me he encontrado hoy en el hospital con un antiguo compañero del primer colegio en el que di clase en Aranda, allá por el 73. Recordábamos lo que podríamos haber hecho en estos 50 años y lo poco que hemos avanzado", dice Martínez. Por su parte, Miquel cree que "hay que ponerse en la piel del otro". "Yo hablo con muchos amigos de los pueblos y no lo ven igual. Dónde haces el corte de la organización o los servicios es donde debes hablar. Siempre he comentado sobre los malos efectos que hemos tenido en Burgos y Valladolid y eso tiene que ver con las concentraciones de nivel y servicios, que de esto último algo habría que hacer; hablo de sanidad, educación y cultura que en esto último quizá Aranda absorbe demasiado", añade.

¿Se cree en la comarca? Hay modelo hecho

Hay alcaldes que se han marchado derrotados, como es el caso de Jesús Asenjo, porque cree que navega a contracorriente. Él sí cree en comarca, otros alcaldes son más reticentes. "Lo primero que hay que hacer es sentir. Si se siente su pueblo y la comarca adelante, si no no se puede hacer. Y con Aranda lo mismo. En El Bierzo tienen ordenación del territorio, urbanismo, salud, asistencia social, familia, juventud, deporte, turismo, artesanía, industria... Todo eso con una estructura que lo gestiona desde allí. Es como una Diputación en pequeño. En Portugal tienen algo parecido. En Miranda de Douro tienen una extensión de la universidad en pequeño. Lo han reforzado", dice Martínez, que se pregunta si Burgos o la Diputación e incluso los partidos políticos querrían que la Ribera se 'separara'. "Seguro que no. Porque hay un centralismo tremendo, y no les interesa. Y ahí se ven las diferencias, Podemos pide 60 millones para el directo y votan en contra. Y el PP que no ha hecho nada se pone a la cabeza de la reivindicación. Tenemos que vencer esas situaciones contrarias a ese movimiento que va a crecer", añade.

Un ejemplo... mala vista desde Burgos

"El ejemplo es El Bierzo. No soy partidario de la autodeterminación en todos los niveles pero sí en la gestión. Soy partidario de la gestión de control y servicios a través de un presupuesto. Es evidente que 60-65.000 habitantes podrían tener eso. Seríamos como una provincia. Yo acercaría la gestión y la controlaría, pero advierto que no vamos a tener a favor a Burgos porque es quitar dinero y poder. Y mucho menos los partidos van a estar a favor de crear una super estructura. Pero es evidente y necesaria. Y si se explica bien, los pueblos van a estar a favor", dice.

"¿Por qué nos nace el debate?", se pregunta Martínez, irónicamente. "Porque no estamos contentos con la estructura que hay. Y yo veo que no somos bien recibidos. Una persona me ha dicho que ha ido al HUBU. Le han dicho a su mujer que le hacen las pruebas pero que le mandan a casa con las pruebas para ver cuándo le llaman. Tengo datos de una situación similar de la comarca norte que lleva allí más de 17 días. Me da la sensación no les gusta el desvío de enfermos. Aquí se hace hasta donde se puede", explica, recordando que El Bierzo tiene su hospital universitario y facultades, con la diferencia de que ellos luchan y saben gestionar todo eso.

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"De la situación mala somos los privilegiados. Porque en Gumiel o cualquier otro pueblo la asistencia no la tienen ni asegurada. Eso ahora está fatal. Y lo primero tiene que ser la sanidad. En la Ribera creo que crece ese sentimiento ribereño que antes había menos. Lo que ha hecho el vino nos está definiendo. Y los políticos cuando se reparten puestos nadie piensa en nosotros. A veces hasta oigo de broma que por qué no nos unimos a Soria o a Madrid. Pensar eso es que estamos decepcionados, y eso que en Aranda somos los privilegiados de la situación, porque cualquier pueblo de la comarca estaría mucho más duro", asegura.