Así han cambiado las vidas de Ana y Raúl con el servicio de la división de Formación y Consultoría de Amiab

Albacete

"La parte positiva de este trabajo es que trabajas con personas, por las personas y al final si todo sale bien te fundes en un gran abrazo con ellos".

Así describe su trabajo Óscar Sillas director de la división de formación y consultoría de Amiab, un servicio que tiene como principal objetivo poder atender las necesidades de personas principalmente con discapacidad o riesgo de exclusión social.

"Queremos que no haya barreras"

Sillas destaca que "nuestra principal labor consiste en identificar el trabajo y las necesidades de las personas principalmente con discapacidad o riesgo de exclusión social e identificar empresas que puedan suplir, paliar o ayudar a encontrar a estas personas una autonomía personal, queremos que no haya barreras para que la persona se vea totalmente realizada"".

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"Trabajamos con todo tipo de perfiles"

La responsable de formación de AMIAB en la provincia de Cuenca , Paula Urango destaca que "una de las claves es poder con el apoyo del tejido asociativo, y es fundamental el trabajo que se realiza con los Ayuntamientos, al principio cuando llegan a nosotros son personas pequeñas y con el paso del tiempo se hacen muy grandes, lo que nos reconforta en nuestro trabajo, tenemos la oportunidad de conocer a gente valiosa, trabajos con perfiles variados y nuestro objetivo es poder ayudarles a buscar un trabajo".

Uno de los principales problemas que se encuentran en la actualidad es el de la despoblación que afecta a gran parte de municipios aunque Paula señala que "tratamos de superar los obstáculos que nos van surgiendo y nosotros tenemos muchas expectativas de seguir creciendo, cuando vamos a un sitio buscamos colaboración, no se puede trabajar en soledad, intentamos normalizar y tenemos que trabajar codo con codo con los Ayuntamientos, tenemos una ventaja y todos lo servicios sociales nos conocen", e incluso bromea al destacar que "mi número de teléfono lo tiene media provincia".

Las historias de Raúl y Ana: de una situación complicada a encontrar un empleo

Este servicio ha podido cambiar la vida de dos personas que habían vivido un auténtico calvario como son Raúl Fernández que actualmente trabaja de operario de lavandería y Ana Gómez, técnica provincial de la división de formación y consultoría.

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Raúl tiene 45 años y señala que "al principio de la pandemia estaba en la calle y gracias a Amiab he podido conseguir un empleo del que me siento orgulloso, a la gente quiero decirle que siempre hay una puerta abierta para poder colarse por muchos problemas que puedan surgir en el día a día, yo he tenido una historia muy complicada en mi entorno familiar pero afortunadamente ahora estoy viviendo una segunda vida".

La vida de Ana también ha cambiado con la ayuda de Amiab. A día de hoy Ana es técnica provincial de la división de formación y consultoría aunque también tuvo que pasar por una etapa complicada.

Ana recuerda esos momentos tan difíciles al hablar visiblemente emocionada que " trabajaba en la limpieza pero el horario era incompatible para ser madre, me ofrecieron un puesto de trabajo con el que podía conciliar, mis inicios fueron de peón de lavandería, después me diagnostican una enfermedad, me mandan a la mutua, me jubilan de ese puesto de trabajo y me veo en mi casa con una paga insuficiente, con depresión y sin saber como poder organizar mi vida".

Afortunadamente Ana pudo encontrar la puerta de Amiab y ella asegura que "hace dos años me llamaron para trabajar, les estaré siempre agradecidos porque me han dado una nueva oportunidad en la vida, aquí nos encontramos como en una familia y lo importante es que también podemos ayudar a otras personas que tienen problemas"

De esta manera, tanto Raúl como Ana han podido encontrar la luz al final del túnel gracias a Amiab y han demostrado que dos personas con discapacidad pueden encontrar un puesto de trabajo para poder continuar sus vidas de la manera más digna posible. 

 Aquí puedes escuchar los casos de superación de Raúl Fernández y Ana Gómez