El fiscal José Luís Sánchez Jáuregui advierte del desamparo que sufren las víctimas

Santa Cruz de Tenerife

La isla de Tenerife ha sufrido de forma muy directa la lacra de la Violencia de Género y, especialmente, de la Vicaria tras el asesinato de Anna y Olivia a manos de su padre. Este caso, junto con otros cientos, cada uno con sus nombres y apellidos, los guarda en la memoria el fiscal delegado de Violencia de Santa Cruz de Tenerife, José Luís Sánchez Jáuregui, quien valora positivamente el bajo grado de pendencia, es decir, de retrasos a la hora de esclarecer un caso y establecer una condena. Sin embargo, lo que más preocupa a el fiscal es la falta de ayudas a las víctimas que han logrado sobrevivir. Se trata de una situación habitual y que siembra de falta de confianza en el sistema judicial. José Luís Sánchez Jáuregui ha puesto ejemplos como el de Miriam, una mujer cuya pareja intentó asesinarla hace un año. En el juicio quedó acreditado el intento de homicidio y el acusado fue condenado a 18 años de prisión, sin embargo, han pasado años y aún no ha recibido la indemnización por responsabilidad civil y lo que es peor, se le ha negado una ayuda al entender que no ha quedado demostrado que el estrés postraumático que sufre- estuvo casi agonizando por varias puñaladas y durante tres horas, en el suelo mientras se desangraba a la espera de ayuda- se deba al intento de asesinato que sufrió.

"No podemos decir que amparamos a las víctimas, cuando las estamos dejando desamparadas y hasta que no consigamos que esas víctimas digan que se pueda salir y que el sistema el sistema las ha apoyado estarán igual", explicó Jáuregui.