Campillo asegura que nadie ha hecho más que Grezzi por facilitar la accesibilidad al Mercado Central

Valencia

Tras las declaraciones de este jueves de la vicealcaldesa Sandra Gómez solicitando a su compañero de gobierno, el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, empatía con los vendedores del Mercado Central y que se reúna con ellos para escuchar sus opiniones sobre el cambio de sentido de la calle Calabazas y la APR de Ciutat Vella, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, denuncia que Ciutat Vella se ha convertido en el nuevo campo de batalla entre Compromís y PSOE.

Lo califica como una guerra de plazas en base a intereses partidistas y lamenta que el gobierno central no se centre en los verdaderos intereses de los vecinos.

Por su parte, el edil del PP, Santiago Ballester, ha calificado al PSPV de partido bipolar en este asunto por no ser ni valiente ni coherente.

Ballester recuerda que en el pleno de noviembre los socialistas tuvieron la oportunidad de apoyar a los vendedores, pero votaron en contra de la moción del PP que recogía sus reivindicaciones, entre ellas que se paralicen estos cambios en la circulación en el entorno del Mercado o la puesta en funcionamiento de las cámaras que multarán a los vehículos no autorizados que entren a Ciutat Vella.

Responde el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, que augura que en poco tiempo, cuando acaben las obras, nadie se planteará una vuelta atrás, como ha pasado con la plaza del Ayuntamiento.

Y en cuanto a lo de bipolar, considera que utilizar este tipo de términos para el debate político es totalmente desafortunado y roza la falta de respeto hacia las personas que sufren este tipo de enfermedades mentales.

Y el vicealcalde Sergi Campillo defiende al concejal Giuseppe Grezzi del que dice que es profundamente empático. Recuerda que el APR es un proyecto que se aprobó hace varios años en los presupuestos participativos, que las cámaras se instalaron hace un año y ha habido tiempo de sobra para adaptarse a esta medida.

Es más, recuerda que este gobierno local ha sido el que ha resuelto el fiasco del aparcamiento del Mercado Central que dejó el PP empantanado, bajo una plaza de Brujas que parecía propia de una ciudad soviética. Campillo asume las críticas, pero no acepta lecciones respecto al trato con los vendedores del Mercado Central.