"Si no lo encuentra en Ca Don Pau no siga buscando"
En la ferretería La Central 'hay petróleo", metáfora de lo que representa el negocio, 'lo que busque lo encuentra en este lugar'
"Si no lo encuentra en Ca Don Pau no siga buscando"
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Palma
"Si no ho troba a Ca Don Pau no importa ho cerqui" esta es la expresión que acompaña a la ferretería y tienda náutica La Central desde 1908.
Una fachada modernista de grandes ventanales cubiertos por la clásica persiana mallorquina destaca en en el número 37 de la calle Sant Magí, en el barrio de Santa Catalina, de Palma. Mantiene unos colores vivos, ventanales que lucen nuevos tras su restauración en 2013. Es la fachada que acompaña a este negocio dedicado a la ferretería y a la náutica, hoy repartido en dos locales.
Dos establecimientos distintos a ojos de la clientela pero una misma idea de negocio, regentado por la misma familia. Ca Don Pau abre en 1908 como ferretería y farmacia, hasta que años después se exige la presencia de un farmacéutico y lo convierten en droguería. Tras l'amo don Pau y su hijo Francisco, tras dos generaciones, llegó Biel Serra, padre de los actuales propietarios, Biel y Toni, que entró en el negocio como mozo de almacén a los 12 años.
Un negocio que hoy les da para vivir pero que les dio grandes momentos de bonanza económica cuando se convirtieron en la primera tienda náutica de Mallorca y en la ferretería que abarcaba clientela por toda la isla.
Al entrar en el establecimiento la vista se entretiene entre los centenares de elementos repartidos por el local, que tiene forma de almacén perfectamente ordenado, herramientas, botes de pintura, brochas, rodillos, trampas para ratones, materiales para el jardín. En la parte trasera de la tienda una máquina para la copia de llaves y de frente un amplio mostrador de madera. Y tras el dependiente decenas de cajones, cajones de madera con pomos dorados que no se han movido de la tienda desde 1908. Es una imagen muy cinematográfica que invita al turista, que no compra, a visitar el local para fotografiarlo. Sobre el mostrador un cartel que llama nuestra atención "hay petróleo". Es así de forma literal pero también una metáfora de lo que representa el negocio, "lo que busca lo encuentra en este lugar".
Encontrará lo que busca y saldrá de la tienda sin dudas porque lo que más les define es el trato cercano con el cliente. Facilidad, familiaridad y confianza que es el gran valor del pequeño comercio frente a las compras online que están dejando morir a muchos negocios emblemáticos como la Central.
Tras más de un siglo no se rinden y la quinta generación ya se ha incorporado al negocio familiar que sigue adaptándose a este nuevo tiempo con la misma humildad con la que llegó Biel Serra como mozo de almacén y que les permite seguir mirando al futuro. Un futuro que comparten con su clientela, la que se han labrado durante más de un siglo y que "no los cambia por nada".
