H2020 CollectionCare, la nube para la conservación de colecciones de arte
El proyecto europeo H2020 CollectionCare, liderado desde el instituto ITACA de la UPV, congrega más de 170 centros de investigación y empresas de 40 países
Analiza los últimos avances en la degradación de los materiales que componen las obras de arte, la monitorización ambiental y el diseño de estrategias de preservación
Valencia
La Universitat Politècnica de València (UPV) integra dispositivos inalámbricos, big data y análisis predictivo en la nube (cloud computing) para la conservación preventiva de colecciones de arte. Grupos de investigación de ámbito internacional han presentado en el congreso del proyecto europeo CollectionCare, liderado desde el instituto ITACA, los últimos avances tecnológicos en el estudio del comportamiento y degradación de los bienes culturales, el control medioambiental y el diseño de estrategias de preservación preventiva de las colecciones.
La iniciativa CollectionCare, financiada por el programa Horizonte 2020 con un presupuesto de seis millones de euros para tres años, está coordinada por el equipo de investigación liderado por el profesor Ángel Perles, miembro del Instituto de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (ITACA).
El objetivo principal de este consorcio formado por 18 instituciones es “desarrollar un sistema para la conservación preventiva de objetos culturales durante su exposición, almacenamiento, manipulación y transporte utilizando dispositivos inalámbricos –con la adaptación de las tecnologías LPWAN– de bajo coste para la monitorización de los parámetros ambientales que influyen en la conservación de las obras de arte”, argumenta el investigador Ángel Perles, perteneciente al Departamento de Informática de Sistemas y Computadores (DISCA).
Datos en tiempo real para recomendaciones a largo plazo
La profesora de la UPV Laura Fuster explica que los dispositivos que se están diseñando cuentan con sensores para monitorizar la temperatura, la humedad relativa, la luz, radiaciones ultravioletas y contaminantes atmosféricos (NOx y COVs). Estos dispositivos, comenta, “suben los datos en tiempo real a la nube, donde se ha diseñado una estructura para su almacenamiento y procesamiento, mediante algoritmos de modelos de degradación y estándares de conservación preventiva con el fin predecir el daño de los materiales y ofrecer recomendaciones de conservación para su preservación a largo plazo”.
La innovación que proporciona este sistema de conservación preventiva es, precisamente, “la integración de estas tres áreas: nuevas tecnologías para el desarrollo de dispositivos de monitorización, cloud computing y big data y el desarrollo de modelos de degradación”, subraya Laura Fuster, integrante del Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Facultad de Bellas Artes, además de investigadora del Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio.
Conectividad, sensores y cloud computing
Más de 275 representantes de 170 centros de investigación, colecciones y empresas de 40 países se reunieron en la conferencia virtual CollectionCare: New Challenges in Preventive Conservation, Predictive Analysis and Environment Monitoring. Este encuentro, cierre del proyecto europeo, ha permitido el intercambio de investigaciones altamente especializadas en el que participan más de un centenar de investigadores del ámbito del patrimonio, las telecomunicaciones, y las ciencias aplicadas.
Tres grandes ejes estructuraron el programa, con más de 60 comunicaciones: las necesidades y retos de las colecciones, el análisis predictivo en la conservación del patrimonio cultural y las tecnologías de conectividad, sensores y computación en la nube.
En este foro internacional de CollectionCare intervinieron las investigadoras y los investigadores más relevantes en la actualidad en las materias troncales de este proyecto, procedentes de instituciones de prestigio mundial como The Royal Danish Academy of Fine Arts Schools of Architecture, Design And Conservation (Copenhague, Dinamarca), la Technische Universiteit Eindhoven (Países Bajos), la Polish Academy of Science o el Fraunhofer-Institut, entre otros.
Además, contó con la intervención de especialistas de las instituciones dedicadas a la salvaguarda del patrimonio cultural como son la Smithsonian Institution (EEUU), el Getty Conservation Institute (EEUU), el ICCROM (Italia) y el Canadian Conservation Institute (Canadá).