Gonzalo Mayoral: "Podría haber medio millón de toneladas de plomo"
El Director Facultativo de Kerogen Energy que, junto a Insersa, impulsan el proyecto "Nuevo Linares", explica cómo se están desarrollando las primeras perforaciones en Adaro y La Cruz
Linares
El proyecto "Nuevo Linares", que fue presentado, recientemente, con el objetivo de estudiar las posibilidades para retomar la actividad minera en el distrito Linares-La Carolina, avanza a buen ritmo. Hace décadas que la extracción y explotación del plomo se frenó, pero, no porque se agotase como recurso, sino por su baja rentabilidad.
Sin embargo, el escenario actual, con el protagonismo que han recobrado las energías renovables o el auge en la utilización de los vehículos eléctricos, abre perspectivas de futuro ilusionantes para recuperar una dedicación que marcó época en la ciudad.
Los trabajos, para este propósito, giran en torno a sondeos mineros cuya responsabilidad recae en las firmas Kerogen Energy e Insersa. Sus acciones arrancaban hace días con, aún en curso, la primera fase de la iniciativa. En este tramo, la intención es "recopilar información tras acometer las primeras perforaciones", según indica Gonzalo Mayoral, Director Facultativo de Kerogen Energy.
Estas actuaciones se están desarrollando en colaboración con, por ejemplo, la Escuela Politécnica Superior de Linares y el colectivo Proyecto Arrayanes. El equipo que se encarga de las primeras perforaciones está compuesto de siete personas, es decir, un responsable técnico, dos perforistas y cuatro ayudantes que vuelcan sus conocimientos en las históricas minas de Adaro y La Cruz.
Para Gonzalo Mayoral, las labores están desarrollándose con normalidad, hasta el punto de que "existe mucha información para analizar por nuestro equipo". De hecho, asegura que, hasta la fecha, no han encontrado obstáculos destacables en unas perforaciones que "avanzan bien gracias a nuestro personal técnico, el cual, está digitalizando esa información una vez que se extraen muestras del subsuelo", apunta.
Los siguientes pasos se centrarán en el impulso de una campaña de geoquímica, es decir, la toma de muestras del suelo "para identificar si hubiera filones que no se pueden ver". El terreno que se estudia podría contener, según los primeros cálculos estimados, alrededor de medio millón de toneladas de reservas, por lo que "habrá que esforzarse para identificarlas y extraerlas", señala.
El radio de acción de estos primeros sondeos mineros abarca una zona de 43 kilómetros cuadrados y no se descarta que, en el futuro, se traduzcan en la generación de empleo, con hasta 200 posibles incorporaciones a medio y largo plazo.