El Celta empata contra viento y Mallorca

Vigo

El Celta tiene que ponerle una vela a Meteogalicia porque se está sacando el curso avanzado CCC. Si en Mendizorroza tuvo que jugar con nieve y con el césped helado, este viernes le tocó intentar jugar con un viento que impedía cualquier cosa parecida a un partido de fútbol. Como si se tratara de uno de esos choques en el Baltasar Pujales en un día de temporal, Celta y Mallorca salieron a jugar al “air-fútbol” en el Estadi Visit Mallorca. Si algún japonés o coreano despistado viajaron hasta Mallorca para ver el partido, se estarán preguntando si les mereció la pena pagar por un espectáculo en el que el balón hacía más loopings que la Patrulla Águila en festividad nacional. Estaba el Estadio para poner molinos de viento y forrarse. Se podría viajar hasta Mallorca sin necesidad de cruzar en barco o en avión.

En la primera parte el Celta tuvo que jugar con el viento en contra y, curiosamente, defendió muy solidario, sufrió poco y tuvo la ocasión más clara con un disparo de Galhardo que tapó Reina. Antes había sufrido la lesión de Santi Mina que se tuvo que retirar en camilla. El delantero vigués recibió un balonazo a poca distancia y con el viento haciendo que el impacto fuese todavía más duro. Otra baja más para un Celta que, con su plantilla más ajustada que el público de Saber y Ganar, tuvo que intentar ir a por el partido sin el 80% de sus goles que son Aspas y Mina. Pero Thiago Galhardo salió con una gran actitud al campo y tuvo un par de ocasiones claras.

En la segunda parte, tras cinco minutos en los que el Mallorca pareció proponer, el viento volvió a condicionarlo todo. Pero el que mejor y más se adaptó fue el Celta que propuso más que su rival. Jugaba fuera de casa pero quería más el equipo de Coudet que no se conformaba con el 0-0. Y el más claro ejemplo fueron los últimos 8 minutos en los que llegaron varias ocasiones concatenadas de Thiago, Cervi, Nolito y Brais que Manolo Reina tapó. Sus paradas evitaron que el Celta se llevase los tres puntos. El partido acabó con Brais Méndez disparando en el 93 desde la frontal del área, y con Manolo Reina perdiendo tiempo en el saque de portería haciendo suyo el “árbitro la hora”. Punto de mucho mérito del Celta que fue el que más propuso pese a lo mermado que iba a Mallorca.

Especial mención para Renato Tapia que con 16 recuperaciones nos recordó al del año pasado. También el trabajo incansable de Beltrán, los primeros indicios de lo que puede dar Cervi, la adaptación a esta locura eólica de Mallorca de Brais, los desmarques de Galhardo, la sobriedad de los centrales o el rendimiento de Kevin. El equipo fue más solidario, mordió y se vació. Minimizó errores que también es parte importante. Este sí que se parece al Celta de la temporada pasada.

Pero el Celta es como un estudiante de Erasmus; madura cuando se va a estudiar lejos de Vigo y hace sufrir a sus padres en casa. Hoy volvió a demostrar que los rivales sufren mucho contra un equipo que lleva a domicilio 3 victorias, 3 empates y solamente 2 derrotas. Que marcó fuera de casa 9 goles y solamente le han marcado 7 en 8 partidos como visitante. Y eso que cinco fueron en el Bernabéu. Ha dejado la portería a cero en Pamplona, Ciutat de Valencia, Getafe, Vallecas y Mallorca. Que se dice pronto.

Punto importante del Celta que tendrá que refrendarlo contra el Espanyol intentando romper el gafe de Balaídos y que no vuelva a ser una Pesadilla antes de Navidad. El viernes que viene saldremos de dudas. El único que esta noche se lo pasó bien en el Visit Mallorca fue el viento. Y la gente de Meteogalicia, claro está.