Vidilla

Palencia

Buenos días. Hay que ver lo oportunos que son algunos vocablos cuando, sin pretender ser agresivos, los utilizamos para denunciar una situación o constatar una realidad. Uno de ellos es vidilla. Lo escuché en esta emisora el pasado día 9, en boca de la presidenta de la Asociación de Libreros Palentinos. Vino a decir —dijo— que «el libro está bien; el problema es que Palencia está mal», que hay que darle vidilla porque con el incesante cierre de comercios en nuestra arteria principal el centro de la ciudad languidece. Yo añadiría que languidece Palencia entera, pero de los barrios hablaremos otro día.

Una semana, la pasada, que en lo cultural estuvo sembrada de eventos que dieron precisamente vidilla a la ciudad, desde la presentación de libros temáticos, novelas y poemarios —sí, el libro goza de buena salud— hasta la actuación en el Teatro Ortega del mítico cantautor cubano Pablo Milanés, al que no pude acudir a escuchar y seguro llenaría de nostalgia el emblemático recinto palentino, en especial entre aquellos que años ha pusieron luz a la noche con sus encendedores en conciertos inolvidables.

Y también en la pasada semana —el día 8, concretamente— se cumplieron 41 años del asesinato de John Lennon, lo que, entre recuerdos, nos llevó a muchos a desempolvar vinilos del mítico grupo de Liverpool en el que militó, y así acercar a la memoria los años 60 y entonar sus inolvidables canciones.

¡Ay, la memoria!, la memoria y el Instituto Nacional de Estadística que parece tenerla tomada con nuestra demografía: el crecimiento vegetativo continua cuesta abajo. En concreto, el año pasado se registraron 2.585 defunciones frente a tan sólo 939 nacimientos, un problema que arrastran otras provincias de nuestra Comunidad y que no puede servirnos de consuelo. Nuestros datos son malos, muy malos.

En fin. Se acerca la Navidad, con su besugo, lechazo, cava y turrones para quienes tengan posibles, claro. Entre tanto, disfruten de la música de los Beatles, anímense y denle vidilla a la ciudad, que es muy agradecida ella. Y no olviden: la música y la literatura son los únicos amigos que nunca te abandonan, con posibles o sin ellos. No se preocupen si no pueden adquirirlos, se los prestan gratis en la Biblioteca de la calle Eduardo Dato y en la del Centro Cultural Antigua Cárcel. Tengan precaución con el coronavirus y, si pueden, regalen libros. No alimentarán el cuerpo, pero enriquecen el espíritu. Saludos y feliz semana.