La reforma de A Sangriña rompe la cordialidad entre el Guardés y el gobierno local

A Guarda

Cuando las relaciones parecían cordiales entre concello de A Guarda y Mecalia Atlético guardés, el pasado viernes el club de balonmano emitía un comunicado en el que calificaba de gasto innecesario que el gobierno local del PSOE, con el apoyo del BNG, la reforma del pabellón por un importe de 1.700.000 euros.

Desde la junta directiva del Guardés se quejan de que el proyecto elaborado por la Diputación de Pontevedra no ha contado con su opinión y que se gasta una importante cantidad para solo aumentar el aforo en 38 asientos, lo que inhabilita a A Sangriña para acoger partidos de competición europea. Por este motivo denuncian que desde los grupos municipales de PSOE y BNG hay una intención premeditada de que el Atlético Guardés se tenga que ir de A Guarda tal y como ocurrió con la Sociedade Atlética do Trega, ahora en Tomiño, o, directamente, que desaparezcan como club. Por eso, piden al grupo de gobierno local que rectifique y que este proyecto de reforma se reformule para cumplir las exigencias de la EHF.

Unas palabras muy duras que no entiende el alcalde Antonio Lomba, que prefiere enterrar el hacha de guerra para recuperar la buena sintonía con el club más importante del municipio. Por eso se ha mostrado abierto a tener en cuenta las sugerencias del Guardés sobre cuestiones técnicas relacionadas con el proyecto para intentar mejorar, en la medida del posible, el resultado final de la obra.

Está previsto que el regidor se reúna con el presidente Jesús López esta semana para tratar este tema y confirmarle que la Xunta colaboraría en la financiación de la reforma si el club está de acuerdo con la mejora. Lomba destaca que un ayuntamiento serio no puede permitirse el lujo de despreciar una financiación de más de 1.200.000 € que aportarían entre Xunta y Diputación y que en paralelo trabajarán para conseguir un nuevo pabellón a medio plazo. Para esto es necesario empezar por tener los terrenos, para lo cual se necesita una modificación del PXOM, que ya está en marcha.