Demasiado de todo

Palencia

Si tienen ya unos añitos, como yo, y tienen hermanos o hermanas, es decir, que nacieron y crecieron en una de esas familias numerosas que cada vez escasean más....(tenemos un grave problema de natalidad pero eso sería objeto de otra reflexión)...probablemente compartan conmigo un recuerdo o, más bien, una vivencia: la ropa que compraban a nuestras hermanas mayores era la ropa que luego utilizaríamos las más pequeñas.

Esto era una práctica absolutamente normal en muchas familias, en la mía por lo menos. La ropa tenía una larga vida y además nuestros armarios no estaban, ni mucho menos, tan llenos como ahora.

No solo la ropa sino el resto de los objetos de uso cotidiano, desde libros, hasta cualquier otra cosa que se les pueda venir a la cabeza. Las cosas se usaban hasta que agotaban su tiempo útil bien por desgaste o por rotura irreparable.

Nuestro mundo actual es bastante diferente. No solo abandonados, tiramos, guardamos, desechamos...las cosas estando prácticamente nuevas sino que acumulamos y acumulamos y acumulamos mucho más de lo necesario y de lo medianamente razonable.

Por supuesto me incluyo. Esta misma mañana miraba mi armario y lo que hay allí dentro es una absoluta barbaridad, me daría como para vestirme durante varias vidas antes de que las prendas se estropeen.

Y eso no es razonable pero por encima de esto no es mínimamente sostenible, en un mundo, que nos advierte, desde hace mucho tiempo, de que lo estamos agrediendo y poniendo en una situación límite por más que algunas personas sigan negando algo tan real y palpable como el cambio climático y todo lo que conlleva.

Hace tan solo unos pocos días ha abierto sus puertas en nuestra ciudad un interesante proyecto promovido por Cáritas. La primera tienda Moda-Re, ubicada en una céntrica calle, en Antonio Maura. Una tienda en la que se vende ropa reciclada, de segunda mano.

Me llama poderosamente la atención las cifras que se han ofrecido en la presentación de este proyecto. Cáritas ha colocado 36 contenedores en diferentes puntos de la geografía. Son rojos, muy fácilmente reconocibles. Pues fíjense, solo en Palencia desde que se colocaron hace relativamente muy poco, en el mes de junio, se han recuperado casi 70 toneladas de ropa. Casi nada. 70 toneladas, me imagino la altura de la montaña de ropa y me asusta.

Y esto debe hacernos pensar un poquito, ¿no creen?.

Cada vez soy más no solo pro reciclar, sino pro reutilizar, intercambiar, donar o compartir aquello que ya no usamos y que puede ser perfectamente empleable por otras personas.

Darle otra segunda oportunidad a las cosas, esas cosas que ya tuvieron una historia pero que pueden sumar una nueva a la ya vivida. Una filosofía que puede ser enormemente útil para las personas pero, no lo olviden, también para el planeta.

Lo dicho recibimos en Palencia un interesante proyecto no solo por todo esto sino también por la parte social que conlleva y que supondrá dar empleo a varias personas y cuyos beneficios irán destinados a la puesta en marcha de programas formativos y de inserción social.