"La peor discapacidad es la que no se ve"

Albacete

El centro de preparación para la reutilización de Amiab Albacete se ha convertido en una nueva oportunidad para numerosas personas.

En este servicio trabajan más de un centenar de empleados. Uno de ellos es Pascual Mejías, tiene 59 años y actualmente trabaja como técnico en este servicio. Pascual señala que "mi labor consiste en intentar dar una segunda vida a residuos electrónicos y eléctricos que nos llegan, para que alguien se pueda aprovechar de elllos pues tocamos todo tipo  de electrodomésticos de gama blanca y marrón, desde televisores, lavadoras o frigoríficos".

"Venía de tocar fondo y ahora puedo tomarme una cerveza"

Pascual sabe lo que es dejar atrás una etapa oscura en su vida tras tener problemas tanto personales como familiares. "Entrar en Amiab ha supuesto un antes y un después en mi vida, llegúe a tocar fondo, tenía depresión y ansiedad y gracias a este trabajo ya no lo veo tan negro, hice un curso de reparación de electrodomésticos y tras un curso pude conseguir un puesto de trabajo que me ha dado la vida, ahora tengo un aliciente cuando me despierto de la cama que antes no tenía, puedo hablar con la gente y algo tan cotidiano y habitual que antes no podía hacer como era tomarme una cerveza, ahora ya lo puedo hacer".

"Soy feliz en mi trabajo"

Más tiempo lleva en su puesto de trabajo, Camilo Maranchón. Tiene 70 años y lleva más de una década ejerciendo su empleo en Amiab Albacete. Señala que "ahora después de mucho tiempo, soy feliz en mi trabajo, es una sensación que hace mucho tiempo no tenía porque he pasado muchos problemas en mi vida y aquí he encontrado mi casa".

Camilo destaca que "en los últimos años estoy notando mayor sensibilidad de la sociedad con la discapacidad, creo que "la peor discapacidad es la que no se ve, es la que está en las cabezas, discapacitados somos todos, unos de una manera y otros de otra, pero la peor es la que no se ve".

"No puedo estarme quieta"

Iris Teresa es una de las mujeres que también forma parte de este centro de preparación para la reutilización de Amiab. Ella lleva trabajando dos años de operaria de planta. "De vez en cuando estoy en la nave de los cables o de la luz con pequeños aparatos electrónicos, antes de llegar aquí estuve trabajando varios meses en el sector de la cuchillería, reconozco que no puedo estarme quieta, intento no aburrirme nunca e intento ayudar a los compañeros en lo que pueda y muchas veces poder irme al campo o hacer labores de limpieza me ayuda a desestresarme".

"Es un proyecto de futuro y trabajamos con todo tipo de perfiles"

Y al frente de todo ello, el director de división de medioambiente Fernando Jiménez que explica que "me plantearon este proyecto como un reto para contribuir al cambio climático, y con el paso de los años, con buenos compañeros y sumando recursos estamos consiguiendo nuestros objetivos, trabajamos con mucho tipo de perfles, con gente que tiene ganas y donde una de las claves es el trabajo en equipo para que todo funcione como un reloj".