La Avenida Jerónimo Santa Fe de Lorca reabre al tráfico tras su remodelación integral

Lorca

La avenida Jerónimo Santa Fe de Lorca, una de las principales arterias de comunicación del casco urbano, ha reabierto al tráfico este jueves tras haber sido sometida a una actuación de reforma integral que comenzó el pasado mes de marzo y que ha costado 2,4 millones de euros al Gobierno regional.

Los trabajos han sido ejecutados por el ayuntamiento y completan la renovación del eje de avenidas que atraviesa el casco urbano de forma longitudinal y que han sido regeneradas en los últimos años tras los terremotos de 2011 (Europa, Juan Carlos I y Adolfo Suárez).

En Jerónimo Santa Fe se han renovado todos los servicios subterráneos, el pavimento y el alumbrado.

Ahora, la avenida solo tiene un carril de circulación por sentido, lo que ha permitido ampliar las aceras, que son accesibles y están al nivel de la calzada, e incorporar un carril bici que da continuidad al de la avenida Adolfo Suárez.

El punto negro de tráfico situado en la intersección de cinco calles en la zona conocida como La Báscula se ha resuelto con una rotonda elíptica para dar fluidez al tránsito y seguridad vial a la zona.

La nueva avenida mantiene todas las paradas de autobús urbano y las zonas de carga y descarga, aunque se han suprimido 30 plazas de aparcamiento en superficie.

Uno de los aspectos más llamativos del proyecto ha sido la plantación de 120 árboles de distinto porte que jalonan las aceras, ha dicho el alcalde, Diego José Mateos, que ha recordado que antes solo había un árbol en toda la avenida.

Ha agradecido la financiación del proyecto al Gobierno regional y el trabajo a las empresas adjudicatarias que han concluido las obras en plazo, sin que haya sido necesario recurrir a la prórroga de cuatro meses que había autorizado la consejería de Fomento e Infraestructuras.

Su titular, José Ramón Díez de Revenga, ha dicho que la intervención ha hecho de Jerónimo Santa Fe una calle más amable, con más espacio para el peatón y que el proyecto se suma a la “nueva Lorca” que la Comunidad ha construido tras los terremotos de hace una década.