La Unión Europea da un espaldarazo político al Corredor Mediterráneo

Valencia

El año europeo del ferrocarril puede ser clave para acelerar el Corredor Mediterráneo. La Unión Europea aprobó hace pocos días la reforma de la Red Transeuropea, la suma de corredores que se construyen a lo largo y anchode la Unión siguiendo un criterio básico: el marcado por el "Green Deal", la nueva política verde europea que apuesta por: Incrementar las conexiones por ferrocarril y apostar por la alta velocidad. Incrementar la intermodalidad obligando a las ciudades con más de 100.000 habitantes a contar con un plan propio de movilidad sostenible basado en el transporte público, la bici, la peatonalización y reducir el tráfico rodado.

Para todo ello, las autoridades europeas proponen cambios legislativos en favor de la multimodalidad como, por ejemplo, establecer una política de precios para el ferrocarril que favorezca al cliente tomando como referencia lo que hacen las compañías aéreas. Se baraja, incluso, eliminar el IVA de los billetes de tren y se apostará por instar a los estados a aumentar capacidad y horarios.

Ahí es donde, según el comisionado del gobierno para el Corredor Mediterráneo, el valenciano Josep Giner Boira, llega el espaldarazo al Corredor Mediterráneo. No afecta, en principio, a su fecha de finalización para el proyecto base, esa es 2030. Pero sí que pretende acelerar algunas de las obras previstas para 2050 estableciendo una fecha intermedia, 2040. Eso supone también que se incluyen ya proyectos que hasta ahora no aparecían. En el caso de la provincia de Valencia aparece el túnel pasante, la conexión del nodo de la Fuente de San Luis y la nueva línea de mercancías València-Xàtiva.

En el caso de Alicante, y dado que Europa apuesta por la intermodalidad, se buscará, entre otras cosas, la conexión, por alta velocidad, del aeropuerto de Alicante-Elche con la capital alicantina.

Y todo eso podrá ser financiado con una nueva línea de crédito del Banco Europeo de Inversiones (BEI). En manos de los estados queda ahora presentar los proyectos correspondientes para que puedan beneficiarse de esa línea de financiación. Todo esto, explica Boira, supone pisar el acelerador. Proyectos hasta ahora económicamente inasumibles serán asumibles.

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La nueva estrategia verde europea también afecta, como decimos, a las grandes ciudades. En el caso de València y Alicante Boira aconseja que se sitúen dentro de la red transeuropea y cómo les beneficia. Y en esa línea, y a corto plazo, adapten sus planes de movilidad.

El futuro, afirma Josep Vicent Boira, es descarbonizado y no descarta la Unión Europea ir más lejos todavía y realizar restricciones al tráfico rodado en las grandes ciudades.