2021: el año de Filomena, la pandemia, el regreso de los teatros y la guerra interna del PP
Con la vacunación generalizada Madrid ha recuperado cierta normalidad, que se ha traducido en recuperar la actividad artística, a pesar de las cifras de la pandemia
Los políticos también han recuperado la normalidad y las fracturas internas han comenzado a verse en el PP de Madrid
Resumen del 2021: el año de Filomena, la pandemia, el regreso de los teatros y la guerra interna del PP
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Madrid
2021 es el año de la gran vacunación. Comenzó con los primeros pinchazos en las residencias y ya se han puesto más de 11 millones de dosis, solo en la Comunidad de Madrid.
Es cierto que la sexta ola ha pinchado el optimismo que trajeron las vacunas, pero conviene no perder de vista los números. En los primeros 40 días de la quinta ola murieron en Madrid por COVID 750 ciudadanos; en los primeros cuarenta de esta sexta, 182.
En lo que se refiere a la gestión de la pandemia, es también el año en el que Ayuso se ha llevado el gato al agua. Sus controvertidas decisiones, a pesar de su elevado coste en términos de salud pública, han recibido un enorme respaldo en las urnas. El relevo del ministro Illa ha significado también un cambio en la tensa dialéctica con el Ministerio de Sanidad. Ahora, Carolina Darias ha colgado los guantes de boxeo, mientras Ayuso sigue dando golpes aire en el ring.
Ayuso apretó el botón rojo
La gran vacunación ha servido para recuperar cierta normalidad, algo que se ha visto también en el plano político, con las guerras y disputas especialmente en la Comunidad de Madrid.
Y es que este año Ayuso activó el botón rojo que tantas veces habían frenado desde Génova. La onda expansiva del bombazo de la moción de censura de Murcia llegó hasta al kilómetro 0. En la víspera de aquel 10 de marzo, Isabel Díaz Ayuso telefoneó a Pablo Casado para comunicarle la maniobra que planeaba: “Quiero ser libre, quiero tener mi propio proyecto porque no lo he tenido hasta ahora, me ha estado mareando unos y otros”. Dicho y hecho.
Aquel 10 de marzo de 2021, quienes se sentaron aquel día en el Consejo de Gobierno no daban crédito. “Nada más llegar a la sala de consejo tuve un pequeño aparte con Isabel. Le dije que podía estar tranquila, que no sabía lo que iba a pasar en Murcia pero que eso no tenía por qué afectar al gobierno de la Comunidad de Madrid”, recuerda a la SER el exvicepresidente Ignacio Aguado. “Le propuse que encapsuláramos el gobierno y que no nos dejáramos llevar por lo que pudiera suceder en otros gobiernos”, explica.
Aquel día el consejo de Gobierno transcurrió con normalidad, pero al acabar los puntos del orden del día vino la sorpresa: “Isabel Díaz Ayuso introdujo uno nuevo punto indicándonos que iba a disolver la a Asamblea y que procediéramos a la deliberación”.
Fue pronunciar esa frase y la cara de los consejeros del PP cambió: “Eran un poema, igual que la nuestra. Tanto yo como el resto de los consejeros de ciudadanos tratamos de convencerla de que era una gravísima irresponsabilidad y un tremendo error. Especialmente teniendo la firma de presupuestos esa misma tarde”, rememora Ignacio Aguado.
Pero la decisión ya estaba tomada, no había nada que hacer. Aquel 10 de marzo, la dirección general de Medios impidió que Ignacio Aguado diese su tradicional rueda de prensa. La relación estaba rota, tanto que al día siguiente “nos ‘invitaron’ a no asistir al homenaje a las víctimas del 11 M” que se celebraba en la Puerta del Sol. A partir de ahí comenzó una campaña exprés.
Isabel Díaz Ayuso era ovacionada por donde iba. La candidata del PP a la reelección consiguió controlar la campaña gracias a su lema “comunismo o libertad”, una campaña en la que repitió hasta la saciedad otro mantra: “Me debéis una, he conseguido echar a Pablo Iglesias de la Moncloa”. Iglesias dejó la vicepresidencia del Gobierno para convertirse en el candidato de Podemos, pero su papel fue efímero. Iglesias recibió una amenaza de muerte por carta y aquello dinamitó la campaña.
A raíz de aquel incidente, y tras las acusaciones de VOX, Pablo Iglesias no solo abandonó el debate de la SER, también renunció a su escaño. Lo hizo después de que Isabel Ayuso consiguiese una mayoría casi absoluta (65 escaños, a solo 4 de la mayoría absoluta), que aprovechó para revindicar como el referente del PP en España: “Hoy empieza un nuevo capítulo en la historia de España. Hoy desde el kilómetro cero vamos a recuperar el orgullo de España”.
La crisis interna dentro del PP
A punto de comenzar 2022 seguimos sin saber la fecha del congreso regional del PP de Madrid. Un asunto que ha desatado una batalla interna en el partido y que deja un fractura importante en las relaciones entre Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado. Después de oficializar su candidatura, la presidenta madrileña mantiene su apuesta por celebrar el cónclave popular lo antes posible mientras que la Dirección Nacional insiste en respetar el calendario previsto y habla, sin concretar fecha, del primer semestre del año. En esta guerra interna hay un tercer actor, el alcalde de Madrid, José Luís Martínez Almeida, empujado por Génova a dar la batalla aunque él, hasta el momento, se mantiene en el “ahora no toca” evitando así desvelar si rivalizará con Ayuso por la presidencia del partido en Madrid.
El año de Almeida
La pandemia , Filomena y el fin de Madrid Central han marcado la gestión del alcalde de Madrid, José Luís Martínez Almeida, en este 2021. Inmerso en las problemáticas internas de su partido, la oposición le ha acusado de olvidarse de ser alcalde y de concentrar sus esfuerzos en ejercer de portavoz nacional de su partido. Además, ha visto como a lo largo de este año se ha ido deteriorando su relación con Vox, su socio de investidura, que ha pasado de apoyarle para ser alcalde a dar un portazo sonoro a sus presupuestos y acusarle de ser un comunista.
En el origen de enfrentamiento, la constitución del Grupo Mixto, en el que se han integrado los cuatro concejales carmenistas que abandonaron Más Madrid y que ahora se han convertido en socios necesarios de Almeida. Gracias a ellos ha conseguido aprobar la nueva Ordenanza de Movilidad, impulsada por el equipo de gobierno para sustituir el Madrid Central de Carmena, tumbado por la justicia. Su relación con la vicealcaldesa, Begoña Villacís, ha estado repleta de altibajos. El más sonoro, el anuncio que Villacís hizo en Radio Madrid, sobre la candidatura de la capital a los Juegos Olímpicos de 2036.
Con el recuerdo de Filomena: el fenómeno de 2020
Era miércoles, 6 de enero, cuando la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) puso el nombre de Filomena. Al día siguiente, el alcalde José Luis Martínez Almeida, visitaba un dispositivo de limpieza viaria donde dijo que la ciudad estaba preparada. El viernes 8 el aviso de alerta empezó a aumentar pero, para entonces, ya había muchos desplazamientos en las calles y en las carretera de vehículos particulares y autobuses.
De la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, apenas se supo nada en esas horas hasta que el domingo dijo que "en una situación de emergencia siempre lo que hay que estar es encima no en medio". Mientras la situación era tan complicada que hasta desde el servicio de urgencias médicas se decía que si había casos de infarto en la ciudad era imposible llegar a los domicilios y había que seguir instrucciónes telefónicas lo mismo que para los partos.
En muchos trabajos los empleados tuvieron que doblar turnos ante la imposibilidad de movimientos y hubo políticos, como el entonces vicepresidente de Ciudadanos, Ignacio Aguado, que se grabó un vídeo mientras quitaba nieve con una pala y alentaba a la gente a hacer lo mismo en sus barrios. Finalmente el Consejo de Ministros declaró zona catastrófica a la Comunidad de Madrid afectada gravemente por la emergencia de protección civil. La otra cara de aquella nevada fue la del disfrute de la nieve, se vieron bolazos junto a la puerta del Sol, personas esquiando en Vallecas o practicando el trineo con perros en Hortaleza.
El regreso de la cultura
Sin lugar a dudas este ha sido el año de la vuelta de la cultura. Tras un año tortuoso para el sector, comenzaron las actividades culturales con limitaciones de aforo y de horario (hay que recordar que hubo un tiempo en el que teníamos que estar en casa a las 11), con pases de tarde en los espectáculos que pudieron seguir adelante. La fecha clave para todos fue el 4 de octubre, cuando se recuperaron los aforos al 100% y con ellos volvieron, por ejemplo, los musicales a la Gran Vía. El primero fue el Rey León, seguido de Tina Turner, Ghost o Grease. Volvieron también los grandes conciertos al Wizink Center, con las actuaciones de Dani Martín, Aitana, Rafael o Amaral, que por fin pudo presentar su gira 'Salto al color', nunca mejor dicho.