Una vida devorada por las llamas

Antas de Ulla

Mi abuela me dijo que el 24 de diciembre se celebra La Nochebuena como fiesta de víspera del nacimiento del Niño Jesús. Y bien, mi pregunta es: ¿Si Dios existe, por qué permite las desgracias, y más en un día de celebración? 

Y si nos lo preguntamos aquellos que nuestra mayor desgracia esa noche ha sido tener a alguno de los nuestros aislados, cómo no se lo va a preguntar Amor. Una vecina enamorada en Santa Mariña que vió como su casa se hacía pasto de las llamas mientras prepara el festín que cenaría junto a su hija.

Esta valenciana lleva apenas unos años afincada en esta pequeña parroquia de Antas de Ulla, de la que se enamoró en cuanto puso un pie en ella. Después de muchos años de trabajo, esfuerzo y dedicación por construír su nuevo hogar, hoy busca techo en casa de sus hijos, en Arzúa, porque ella lo ha perdido.

Una chimena que tomó más temperatura de la debida devoró su casa. Su hogar. Su vida. Con la ropa que tenía en ese momento, el teléfono y el cariño y compasión de sus vecinos. Con eso se ha quedado Amor. Sin nada más.

Desde la Asociación de Vecinos de Santa Mariña empezarán a moverse para ayudar económicamente en todo lo posible a la afectada, además los vecinos que puedan también harán su aportación. Moncho Méndez, propietario de la casa colindante, pide que " en todo lo que pueda yo la voy a ayudar y solo pido que quién pueda que aprte algo, aunque sean cinco euros".

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Los bomberos de Chantada no tardaron en llegar, pero si no fuese por la rápida actuación vecinal "podríamos estar lamentando más casas ardidas". La cantidad de llama era tal que los bomberos tardaron en mitigar las llamas unas nueve hoas, "Estuvimos destde las cinco de la tarde hasta las dos de la mañana trabajando. Había llamas por todas partes", detalla Cristian Varela, bombero chantadino que se depslazó hasta el lugar de los hechos.