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Así son las navidades en las familias con personas desaparecidas: "No hay Navidad desde que Paco desapareció"

Paco Molina, el hijo de Isidro, despareció en 2015 sin dejar rastro

Los investigadores mantienen abierta la investigación mientras la familia busca cualquier pista que lleve al paradero del joven, desaparecido hace seis años

Isidro, padre de Paco Molina, en los estudios de Radio Córdoba - Cadena SER / Cadena SER

Córdoba

En la tarde del 25 de diciembre, el teléfono de Isidro Molina, que está encendido las 24 horas, sonaba. Es una llamada de las personas que espera, pero no con el mensaje que desea. Miembros del equipo de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), encargados de la investigación también de desapariciones, contactan con la familia para desearles unas felices fiestas.

"Además de policías son personas y en seis años hemos establecido una relación muy estrecha", relata Isidro en declaraciones a Radio Córdoba. Su hijo, Paco Molina, despareció sin dejar rastro tras haber quedado con unos amigos. Llevaba apenas cuatro euros en el bolsillo y nadie advirtió actitudes en él que hicieran pensar que iba a esfumarse.

La pista con más fuerza: que el joven de 16 años subió a un autobús dirección Madrid aquel 2 de julio de 2015, aunque el material de las cámaras de vigilancia de la estación de Córdoba y de Madrid no existe, por lo que no ha podido corroborarse. Aunque los investigadores no descartan que Molina no hubiera abandonado Córdoba, su padre está convencido: "hablé con el conductor del autobús que tenía ese horario y me realizó una descripción de Paco que sería imposible hacer si no lo hubiera visto nunca". De hecho, en ese "retrato", el chófer apuntó incluso la coloración de las mejillas del menor.

Desde entonces, la Policía Nacional no ha cejado en su empeño de resolver un caso tremendamente complejo. El asunto lo centraliza 'Madrid' y la búsqueda se ha extendido por varios países del extranjero, aunque sin éxito. "Nos sentimos afortunados porque nos consta que siguen haciendo pesquisas y, de hecho, en los últimos meses han venido varias veces a Córdoba", explica Isidro.

Paco Molina, desaparecido desde 2015 / Cadena SER

Ahora, explica el padre de Paco, "estas fechas señaladas se convierten en una espina más, un dolor añadido". Además, apunta, "a Paco le encanta la Navidad, siempre celebrábamos el día de reyes con algunos vecinos". Sin embargo, matiza, "todos los días son muy complejos y duros".

La familia de Paco se ha volcado por mantener su imagen presente en la cabeza de todo el mundo. De hecho, siguen pagando el móvil de su hijo por si en algún momento se enciende; y cada año realizan un acto de recuerdo con la colaboración de la Fundación Quién Sabe Dónde Global.

Además de la angustia permanente para sus padres, la situación también es muy compleja para el hermano menor de la familia Molina, Pepe. La desaparición de Paco "le pilló en plena pubertad y, además, nosotros estábamos completamente volcados en encontrar a nuestro hijo", lamenta Isidro.

En casos de personas desaparecidas, la comunicación entre Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y familiares es, casi siempre, unidireccional. Los investigadores saben que cualquier información de más que manejen las personas afectadas podría llevar a una acción impulsiva que volase por los aires todo el trabajo. Sin embargo, esto hace todavía más compleja la gestión emocional de la situación.

Hasta donde Isidro sabe, "la línea de que Paco fuera ayudado por algunas personas mayores que él sigue vigente". El círculo de amistades de Paco Molina ha sido revisado por su relación con ciertos movimientos de la extrema derecha ideológica en Córdoba, pero no ha sido desvelado que esa vía arrojase ningún dato concluyente. Isidro admite haberse enterado "al cabo de los años" de la relación de su hijo con gente de más edad, pues ha 'rastreado' una vez tras otra todos los movimientos y contactos que su hijo pudiera hacer en los meses previos a la desaparición.

"Nadie sabe nada o alguien calla información", sentencia Isidro Molina. Ninguno de los contactos de Paco le ha referido que hubiera hecho algún amago de fugarse o algo similar, "de hecho, hubo amigos que pensaron que era una 'niñatada' y que Paco aparecería en dos días". La realidad, desgraciadamente, ha sido otra.

Desde entonces, a la angustia por la desaparición de su hijo se han sumado llamadas con "pistas falsas, extorsiones y bromas de mal gusto". Situaciones que se siguen dando, aunque explica el Padre de Paco, "yo no puedo permitirme el lujo de que mi teléfono no sea público". De hecho, recientemente dos jóvenes fueron condenados al pago de una multa y a nueve meses de trabajos sociales por gastar una 'broma' en la que aseguraban estar con Paco Molina. "Alabo la decisión del juez porque es importante dar ejemplo y educación", comenta Isidro.

Los padres de Paco apuestan a que su hijo pudiera "salir de Córdoba, apoyado por alguien, con un ofrecimiento de algo que él aceptó y se le ha vuelto en contra o le han manipulado tanto que siente que no puede dar marcha atrás". Desde hace seis años a la familia Molina no le importa la Navidad o que el calendario ponga 2022, solo que Paco Molina vuelva a casa.

Información de servicio:

Si usted dispone de alguna información sobre Paco Molina o cualquier otra persona desaparecida, por favor contacte con el 091, el 062 o el 112. Además, la familia Molina mantiene abierto el Apartado de Correos 3011 de Córdoba, al que cualquier ciudadano puede remitir datos o información de forma anónima.

Álvaro Guerrero Jiménez

Álvaro Guerrero Jiménez

Redactor y editor en los servicios informativos de la Cadena SER en Córdoba. Previamente ha trabajado...

 
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