Joaquín Bilbao

Jerez de la Frontera

Con el 2021 se fue también Joaquín Bilbao Nadal, presidente que fue del Xerez Club Deportivo en la temporada del ascenso a la Gloria, aunque no pudo celebrar el salto a Primera como primer mandatario porque un hecho extradeportivo, que jurídicamente no tuvo más trascendencia que la anécdota del día de la toma de declaración, le apartó del puesto aunque él, xerecista desde siempre, lo vivió con ese entusiasmo con el que daba cada paso, ya sea personal, empresarial o en cualquier actividad no remunerada en la que se embarcaba, como en su etapa como hermano mayor de la Hermandad de la Vera Cruz, a la que se unió en sus tiempos de alumno marianista, o en el propio fútbol donde estuvo de actualidad desde aquel año 1997 en el que estuvo en el equipo del también letrado Luis Zarraluqui que iba a comprar las acciones del Ayuntamiento, aunque su condición era que el equipo permaneciese en Segunda, ciurcunstancia que no se dio y que propició que desde la Casa Consistorial se traspasasen las acciones en bandeja de plata a Luis Oliver, que jamás las pagó como todo el mundo sabe. Aquella operación con el abogado de familia era que él sería la cabeza visible aunque la gestión iba a reacer sobre empresarios jerezanos, entre los que estaba Joaquín.

Ya con Oliver al mando de las operaciones de la SAD Bilbao fue nombrado portavoz del grupo Entidad Deportiva Jerezana que negoció la compra del club con el navarro sin que lo lograse porque Oliver se rehizo y aguantó el tipo con el equipo jugando en el destierro de Sanlúcar. Incluso después estuvo presente en el intento del grupo mejicano Pegaso, a través de la intermediaria Icaria, de hacerse con el control del club, pero Luis hizo su penúltimo regate y cuando todo parecía atado, y bien atado, le cedió el poder a Gil Silgado, José María de nombre.

Posteriormente entraría en el consejo de administración bajo la sombra de Joaquín Morales, poseedor de la mayoría accionarial, pero con la intención de poner orden donde todo era barullo y comenzar a preparar un futuro de mejores perspectivas económicas y de mayor claridad institucional. No se escondía de los medios, ofrecía ruedas de prensa a menudo y daba una claridad que antes no existía. No pudo terminar su labor y en un consejo de urgencia presentó, fue obligado a ello, su dimisión y fue Carlos Osma quien ocupó la presidencia.

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Una presidencia a la que pudo acceder ya con la Ley Concursal presente en el club. Había un pacto de caballero para ello, pero finalmente Javier Tebas lo desbarató y no lo permitió con lo que, tal vez, el Xerez CD perdió la oportunidad de tener a una persona que hubiese luchado para que el control de la gestión no recayese en los administradores concursales sino en un consejo de xerecistas y que estaba en disposición de orquestar el futuro peleando por una revisión de un convenio que era de imposible cumplimiento, buscando apoyos empresariales para intentar evitar la hecatombe que se presagiaba una vez que se saliese de un concurso ya eso que trajo consigo de inmediato el embargo de las cuentas por las deudas con las Administraciones Tributarias y Sociales que no habían sido saldadas en el largo periodo en el que la entidad estuvo concursada.

Bilbao Nadal, q. e.p. d., fue un hombre que pudo marcar un antes y un después en el Xerez Club Deportivo pero los intereses personales de terceros implicados lo impidieron.Una pena porque en Bilbao se atisbó en su momento que había un presidente que vibraba en xerecista y que sentía el xerecismo hasta el punto de haber podido impedir ese hundimiento deportivo y económico que estuvo a punto de llevar al Xerez CD a la desaparición aunque, afortunademente,sigue vivo e intentando otear un mejor horizonte.