"Trabajar así es angustioso", la queja de los profesionales sanitarios en la Región de Murcia

Murcia

"No podemos atender a los pacientes como siempre los hemos atendido", es el lamento del Dr. José Martínez, médico de familia en el centro de salud Jesús Marín de Molina de Segura. Explica que además de sus propios pacientes están asumiendo el cupo de otros compañeros que están de baja y la inmensa burocracia que generan los pacientes COVID. "Tener un pediatra, un enfermero o un médico de referencia es casi un lujo y no debería ser así", explica el Dr. Martínez.

La Dra. Beatriz Barberá, del Área V (Alptiplano) habla de saturación a todos los niveles: en Salud Pública, Grupos COVID, Atención Primaria y SUAP, debido al alto número de contagios provocado por Ómicron pero también a que "la gente ha perdido el miedo al virus" y tiene en esta ola muchos más contactos estrechos que en las anteriores. Los rastreadores no llegan a todos, los no contactados se ponen nerviosos y acaban pidiendo cita en sus centros de salud, ocupando huecos que necesitan pacientes con patologías más graves. Al final, los profesionales atienden todo lo que pueden pero no como les gustaría atender.

"En la práctica no se está haciendo un seguimiento como tocaría de los casos COVID, se está demorando mucho el seguimiento de patologías crónicas que en invierno se descompensan, no se está atendiendo bien a la población. Sería interesante, cuando pase esta sexta ola, poder hacer un estudio de cómo a todas esas personas la descompensación de sus enfermedades está afectando a su salud", explica esta médico de familia.

La Dra. Barberá pide a las autoridades que informen a la población sobre los protocolos que deben seguir en cada caso, para evitar que se siga saturando el sistema sanitario y pone un ejemplo: "Si los nuevos protocolos dice que en pacientes por debajo de 50 (años) no se les va a hacer una prueba diagnóstica, bien un test de antígenos bien un PCR, a los que son contactos, tendrán que decirlo a la población. Porque si la población no lo sabe, la población va a seguir llamando a Atención Primaria, va a seguir cogiendo citas y va a ocupar un tiempo que los médicos de Atención Primaria pueden utilizar para ver pacientes que realmente lo necesiten. Que sean pacientes enfermos, que tengan patologías crónicas o que tengan patologías agudas en este momento, una persona que se cae, un accidente que hay, un infarto..."

Los médicos sufren la saturación y los usuarios la angustia de no poder ver o consultar a su médico de familia. " Los vecinos aquí, en el área II de Cartagena, tenemos una dificultad tremenda para poder ponernos en contacto con nuestros centros de salud. No nos cogen los teléfonos, y para pedir cita están dando ya para más de quince días. Es un disparate", explica Julián Víctor, trabajador del SMS en el área de salud de Cartagena

Y mientras tanto los profesionales de pediatría lamentan que se esté duplicando el trabajo de seguimiento de los casos COVID. Adolfina Hervás, enfermera pediátrica en el Centro de Salud de La Flota, explica que los rastreadores de la Comunidad sólo hacen seguimiento de los adultos, los mismos adultos a los que llaman desde pediatría para preguntarles cómo están sus hijos.

Por eso han trasladado ya a la gerencia de área la necesidad de que exista una mayor coordinación entre Atención Primaria y Salud Pública para que el seguimiento de contagios se realice por unidades familiares y reducir las "listas tremendas" de rastreos en pediatría que, en cualquier caso, sigue priorizando las consultas presenciales para atender a la población infantil y mantener sus calendarios de revisiones y vacunas.

La dificultad para acceder a los centros de Salud está repercutiendo en los hospitales. Pacientes que se sienten mal y que no pueden ver a su médico de familia acaban acudiendo a las urgencias hospitalarias. Es lo que está sucediendo en el hospital Rafael Méndez, en Lorca. La Dra. Roca, médico de urgencias afirma que "trabajar así es angustioso, es muy estresante".

Por eso hace un llamamiento a la responsabilidad y pide a los ciudadanos que no vayan a urgencias "si lo que tienen no es urgente" y que se aislen si sospechan que pueden tener COVID.