El Celta repite cabalgata estática en Baleares
El equipo de Coudet tira la Copa en un partido bochornoso
Vigo
Vigo fue la primera ciudad que el pasado año apostó por una cabalgata estática. Este año, ante la subida de casos de la sexta ola con Omicrón, el alcalde de Vigo decidió repetir formato. Pero no solamente la ciudad de Vigo; también el Celta. El año pasado innovó el equipo de Coudet con una cabalgata estática en Ibiza y este año ha vuelto a repetir formato en Palma de Mallorca. Tarde de Reyes Magos y de regalos para los niños y niñas de Illes Balears. Ilusión que no le falte ni a los aficionados del Ibiza ni a los aficionados del Atlético Baleares.
Estaba avisado el Celta de lo que se podía encontrar porque, en el choque de Andorra, solventó la papeleta en el minuto 119 de partido. Hoy no pudo ni disputar la prórroga. La hubiésemos firmado desde la primera parte, tal y como estaba yendo el partido. El Atlético Baleares salió valiente, agresivo, ilusionado y esperando los caramelos (sin gluten) de los Reyes Magos estáticos y celestes. Y estos llegaron en un buen regalo plagado de incienso y mirra y que lo convirtió en oro Manel con un cabezazo en un corner. Lo hizo ante la pasividad y la falta de coordinación de Murillo y Carlos Domínguez en la marca. Primera llegada del equipo local y gol. Y la cabalgata estática celeste continuó toda la primera parte. Ni un disparo a puerta.
Al descanso entraron Mina, Brais, Beltrán y Javi Galán y tampoco cambió demasiado la cosa. Sí hubo un poco más de agresividad, pero la justa para que les trajesen carbón de azúcar. El gol del empate llegó en la única jugada trenzada del Celta. Galán mete el pase, Mina maniobra y remacha Brais. Parecía que la cosa iba a cambiar. Era el minuto 65 e incluso había salido Iago Aspas. Pero el Celta seguía de cabalgata estática y así fue como, en el minuto 76, le marcaron el 2-1. Una contra de dos jugadores que centra Cordero y marca Manel ante la absoluta descoordinación defensiva. Había que apelar al arreón final para intentar forzar la prórroga, pero ni arreón ni nada. El Celta quería repartir ilusión entre las niñas y niños de Palma y así fue. Ese formato estático del equipo de Coudet dista mucho de la cabalgata dinámica, divertida, intensa y magna de Sevilla. Hoy tocó la estática y casi de trámite.
Tardará Coudet en volver a Illes Balears de vacaciones. Ya lleva el Celta dos años seguidos yendo a pasar la noche de Reyes a las islas. A desconectar un rato. Una pena porque los niños de Vigo también tenían ilusión. Y los no tan niños todavía más. Soñaban con una Copa o, por lo menos, con avanzar. Pero hoy tocará cenar con la familia y cantar en la sobremesa, entre frutas escarchadas y turrones, el “sempre andas dicindo para o ano que vén, e chega outro ano e pasa tamén”. Esperemos que pase la Omicrón, la COVID-19 y que el año que viene podamos tener otra vez una cabalgata dinámica. De estáticas ya vamos sobrados entre Celta y Vigo.