Ómicron y las restricciones de los países emisores desploman la temporada de invierno en Canarias

Santa Cruz de Tenerife

Reino Unido ha eliminado el requisito de llegar al país con una prueba diagnóstica negativa a partir de hoy. Además, el gobierno británico ha sustituido el aislamiento que debían respetar los viajeros hasta obtener una PCR por un test rápido de detención de COVID-19. Estos cambios en las restricciones de Reino Unido tendrán repercusiones positivas en el turismo en Canarias, pero no será a corto plazo.

El presidente de Ashotel, Jorge Marichal, explica que las nuevas medidas se traducirán en reservas para los meses de verano, pero no tendrá una respuesta inmediata y, por lo tanto, no salva la temporada turística más importante para Canarias, la de invierno. "La variante ómicron y las restricciones de los países emisores han hecho que caigan las reservas y que nos quede un poco de sufrimiento durante los meses de enero y febrero", reconoce.

La eliminación de barreras para viajar siempre supone buenas noticias para el turismo, pero esta vez no llegan a tiempo. "Las navidades se han salvado con una buena ocupación, pero la cuesta de enero se va a hacer más cuesta aún este año", explica Marichal, quien espera que a partir del próximo mes de febrero se puedan relanzar nuevamente el número de pernoctaciones en las Islas.

A pesar de que el presidente de la patronal hotelera asegura que estos meses de enero y febrero serán más duros de lo habitual para el sector turístico del Archipiélago, está seguro de que la campaña de verano será buena, ya que afirma que la gente tiene muchas ganas de viajar y desde que puedan hacerlo, viajarán: "Las expectativas no son buenas a corto plazo, pero de cara al verano sí que hay reservas importantes y se notan las ganas de salir de los turistas".