6-2. La UD Ibiza descubre el futbol de ataque y se instala en la treintena

Ibiza

Pues sí, la UD Ibiza tiene delanteros y además hacen goles. Pero hace falta tenerlos en el campo, hacerles llegar balones en condiciones  y sobre todo inculcarles el mensaje de que tienen calidad y de que pueden hacerlo.  A veces el camino hacia el éxito es una cuestión de actitud y de cofianza.

El equipo ibicenco le ha hecho un set al Alcorcón para lograr el primer triunfo como local desde el pasado mes de octubre y lo que es más importante, por fin ha hecho disfrutar a los aficionados que han perdido la cuenta de las llegadas al área rival . Es como dejar de esperar a que las cosas pasen, se trata simplemente de salir y hacerlas.

El nuevo sello impuesto por Paco Jémez ofrece números deslumbrantes en las dos jornadas en las que se ha sentado en banquillo, ocho goles a favor y lo más importante, seis puntos ante dos rivales directos en la lucha por mantener la categoría. Como por arte de magia ahora se ven en los partidos balones filtrados por dentro, pequeñas asociaciones,  movilidad y cambio de posiciones de los atacantes, desborde por fuera, llegadas de la segunda línea, rapidez y verticalidad en la circulación de la pelota y sobre todo muchos futbolistas en campo contrario   y en el área rival.

Diop que estaba en el fondo del banquillo ahora es imprescindible y cuesta entender que no tuvera minutos. Lo mismo puede decirse de Escobar que parece un lateral zurdo con garantías, Herrera es un futbolista desequilibrante si se le da confianza y minutos y Castel por fin es un delantero centro y no un futbolista que persigue pelotazos por los costados. Junto a ellos, Bogusz vuelve a parecerse al de los primeros partidos y Javi Lara parece rejuvenecido jugando como medio centro.

Como en esto del fúbol hay que ir paso a paso, habrá que insistir en el mismo mensaje por ahora, pero los celestes ya se han situado en la treintenta y suman 31 puntos en la tabla.

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Pero como en el mundo del fútbol la felicidad casi nunca es completa, habrá que hacer caso a Jémez cuando sostiene que su equipo está todavía muy lejos de lo que él quiere. Seguro que en los ajustes defensivos tiene razón, porque  a pesar de la borrachera de goles favor también ha habido momentos de preocupación, de desorden y de acciones puntuales que podrían haber cambiado el signo del choque.

En lo que hay que creer a pies juntillas al técnico andaluz es en su afirmación de que quiere que los aficionados se diviertan porque al final y al cabo un partido de fútbol es un espectáculo.

Jémez ha repetido once inicial, con Diop como única ancla en la zona ancha rodeado de jugadores que miran mucho la portería rival y poco la suya. Y ha sido el Alcorcón quien ha avisado primero con dos acciones de Arribas. El Ibiza había arrancado igual que en Fuenlabrada cargando el juego por la banda derecha por donde percutían Herrera y Cifuentes.  Y una acción del primero a los 15 minutos ha puesto a los locales por delante, con un pase dentro del área que solo ha tenido que empujar a la red Castel. La jugada fue invalidada por fuera de juego, pero el VAR esta vez echó una manita y determinó que la bota de Gorosito estaba por detrás del delantero ibicenco. Tras unos minutos de revisiones y más revisiones se dio validez al tanto y parecía que con el gol se asentaría la UD en su juego.

Pero ocurrió todo lo contrario, el Alcorcón descubrió que Diop era el único jugador de contención en la zona ancha y que por los costados había autopistas libres de tráfico. Así que los visitantes aprovecharon los desajustes y empezaron a llegar con facilidad al área rival. Apareció Xico, una pesadilla para Goldar en el primer tiempo, que primero se preparó una gran acción individual para poner las tablas y poco despuñes aprovechaba un buen centro de Bellvís desde el costado izquierdo para cabecear a la red de un vendido Domínguez.

El Ibiza estaba con las líneas muy separadas, sin contención alguna en la medular y tuvo la fortuna de que otra clara llegada  de los madrileños acabó con un cabezazo de Juanma al larguero. Hubiera sido el 1-3 y una pesada losa, pero ya se sabe que si perdonas te condenas y a punto de llegar al final de la primer parte, Cifuentes aparecía en el área rival para lanzar un derechazo que entró por la escuadra. Es lo que Jémez llama el desorden controlado, los futbolistas que están donde no se les espera. Uno de esos goles psicológicos que insuflan energía para el segundo acto.

El entrenador de los celestes corrigió posiciones en el descanso y el segundo tiempo fue un festival. Nada más arrancar, Javi Lara filtraba un pase a Herrera, sobresaliente toda la tarde y este quiso adornarse y golpear de primera y la pelota se le marchó ligeramente desviada. En la otra área Hugo Fraile dibujó una acción maradoniana con regates y más regates y un disparo que se estrelló en el palo. Segundo balón a la madera del Alcorcón.

Y como esto de los goles es cuestión de calidad, Herrera mostró su clase con un latigazo con la derecha que volvió a colarse por la escuadra del portero Jiménez que no pudo hacer nada. Y sin tiempo para recuperarse en una jugada a balón parado, con errores en cadena de la defensa madrileña, Juan Ibiza empujada la pelota a la red para hacer el cuarto, después de un priemr remate de Goldar.

Solo se había jugado 11 minutos de la segunda parte, pero los visitantes arriaron bandera blanca. El Ibiza jugó a placer con las líneas mucho más juntas, descansando con la pelota. Diop y Javi Lara manejaban el juego a su antojo y Bogusz mucho más fresco y descarado en su juego adquiría protagonismo, adornado con un gol tras un buen desmarque de ruptura y recibir solo en el área grande, su primer disparo lo repeló Jiménez, pero el balón le cayó muerto a los pies al polaco para hacer la manita.

En medio de tanta fiesta,  Can Misses enmudeció tras ver caer al centrocampista Juanma que había sufrido un golpe  un par de minutos en un salto con Diop. Entraron las asistencias médicas y tras varios minutos atendido fue sacado del campo en camilla pero consciente.

El técnico ibicenco buscó más control con Manu Molina en la medular y hombres de refresco por fuera con Davo y Miki Villar. Una acción del primero la cabeceó a la red Castel para hacer doblete y cerrar el marcador. Un equipo que había hecho 19 goles en 21 jornadas ha marcado ocho en solo dos encuentros. Será verdad que la preparación puede ser la clave del éxito