Aisha Lizarza, en busca de sus orígenes
Fue adoptada hace 18 años en China y, ahora, busca a sus padres biológicos con el apoyo de su familia adoptiva
Bilbao
Desde muy pequeña, Aisha quiso saber de dónde venía y quiénes eran sus padres biológicos. Las preguntas en casa, a sus pradres adoptivos, eran recurrentes: "Entonces, ¿Yo no estuve en tu tripa?". Hace cinco años, en 2016, comenzó la búsqueda y hoy, cumplidos los 18, Aisha Lizarza sigue soñando con su madre: "Me la imagino joven y morena", ha contado en A vivir que son dos días Euskadi.
Aisha Lizarza, en busca de sus orígenes
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Quedamos con ella en la playa de Hendaia, donde ha vivido con sus padres adoptivos, Luis y Cristina, y con su hermana Sara, también adoptada. "Me gusta este lugar porque es a donde vengo cuando estoy triste". Aisha acaba de volver de Madrid donde estudia Publicidad y Relaciones Públicas. Cuando le preguntamos por sus orígenes, responde abiertamente: "Solo sé que me abandonaron cuanto tenía dos días en el Hospital de Zhanjiang y que me adoptaron con nueve meses". El hospital donde nació fue derribado y se volvió a construir unas calles más abajo.
El proceso de búsqueda de la familia biológica comienza casi siempre de la misma manera. Se contacta con una agencia especializada que, a través de una muestra de saliva, contrasta el ADN con otras muestras en su base de datos y busca coincidencias. "Encontraron a un primo tercero mío, pero, por el momento no han podido dar con mis padres", cuenta. En todo el camino, Aisha ha estado acompañada por su familia biológica. Su madre, Cristina Villar, es la presidente de ANICHI, la Asociación de Familias Adoptantes de Gipuzkoa. El siguiente paso fue contratar los servicios de una buscadora, una profesional del país de origen de la persona adoptada que se encarga de invetigar las conexiones y el pasado de la niña. Esta buscadora, que prefiere no pronunciarse públicamente, distribuyó carteles y flyers que contribuirían a arrojar algo de luz.
"Fue gracias a uno de esos carteles que un señor de la zona se puso en contacto conmigo y me empezó a enviar imágenes de Zhanjiang y a contarme la historia de la ciudad". Pero no fue el único contacto. "Gracias al código QR del cartel, un pescador me localizó y me está ayudando a encontrar a mi familia. Me contó que su abuela vivía en Zhanjiang pero no tenían información útil", asegura. Ese joven se llama 王桢杰 zhenjiewang y, en comunicación con la Cadena SER en Euskadi, ha contado que acudió a la Policía buscando información y también al hospital. Allí le facilitaron varios teléfonos de contacto pero "son de hace 20 años" y no están operativos.
"Aunque Aisha nació en un hospital, a los pocos días la llevaron a un orfanato. Después derribaron el hospital donde había nacido y lo construyeron varias calles abajo. Toda la documentación, o se llevó a otro sitio o se destruyó", explica Cristina.
En palabras de Anna Badia, psicóloga experta en adopción y acogimiento, adulta adoptada y expresidenta de La Voz de los Adoptados, "el proceso de búsqueda de la familia biológica puede ser muy duro. Puede haber un conflicto de lealtades, puede haber un miedo a otro abandono o rechazo por parte de la familia biológica, miedo a qué es lo que se puedan encontrar". Gestionar la incertidumbre también es importante, concluye Badia.
Aisha sabe que es un proceso lento y difícil pero continúa con la búsqueda. Confía en que, con el avance de la ciencia, pueda encontrar encontrar respuestas.