"Leer es nuestro vicio", 30 años de los talleres de las Amigas de la Lectura de Cuenca
Esta asociación coordina tres clubes de lectura en la biblioteca pública Fermín Caballero de Cuenca
Cuenca
“Desde que entré en esta biblioteca para unirme al taller de lectura se abrió para mí una gran ventana al mundo que ha enriquecido mi vida y sigue haciéndolo”. Estas palabras las escribió Gloria Santolaria cuando se enteró que SER Cuenca acudiría a una de las sesiones del taller de lectura de las Endrinas, uno de los tres que organiza la asociación Amigas de la Lectura al amparo de la biblioteca pública Fermín Caballero de Cuenca. Gloria lleva en este taller “desde octubre de 1990”, nos dice, ha perdido la cuenta de los libros que ha leído “y me faltan muchísimos”, dice, “no me va a dar tiempo”. Lo que dio de sí el encuentro con las lectoras, sus testimonios y experiencias, los hemos recogido en este reportaje que emitimos en Hoy por Hoy Cuenca.
Reportaje: Las Amigas de la Lectura de Cuenca cumplen 30 años
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Actualmente este club de lectura está leyendo el libro Claus y Lucas de Agota Kristof (Libros del Asteroide, 2019) la historia de dos gemelos acogidos por su estricta abuela durante la II Guerra Mundial en la Hungría natal de la autora. Entre las razones para acudir cada semana a este taller de lectura, Gloria lo hace porque “me llena mucho, veo a otras personas, viajo sin salir del sofá o de esta silla de la biblioteca, porque nos reunimos, tenemos tertulias, viajamos, vamos a exposiciones o a musicales. Tenemos mucha vida cultural”.
Amigas de la Lectura
Las promotoras de la lectura en grupo en Cuenca son las mujeres que crearon hace 30 años la asociación Amigas de la Lectura, entidad que preside actualmente Pilar Jarque. “Con el tiempo fue aumentando el número de lectoras y actualmente coordinamos tres clubes”, nos dice. “Nuestro objetivo es juntarnos a compartir lecturas, no hay otro. Habremos leído cerca de quinientos libros, sobre todo narrativa, pero estamos abiertas a todo, incluso poesía”.
Los talleres tienen un coordinador. Begoña Marlasca, durante años directora de la biblioteca pública Fermín Caballero de Cuenca, y fundadora de la asociación, se encarga de los grupos Endrinas y Galateas, y Luis Clemente, lector invidente, coordina Letras Mágicas. “Se proponen lecturas para un mes, se lee, se busca documentación sobre los libros o las temáticas, y se comentan en cada encuentro semanal”, explica Jarque.
Para Gloria Molina venir al taller “es un rato de liberación de ser ama de casa”, dice, “y me permite tener contacto con otras personas que tienen las mismas inquietudes que yo. Leer es nuestro vicio”.
La lectura por principio
“Somos seres entretejidos de relatos, bordados con hilos de voces, de historia, de filosofía y de ciencia, de leyes y leyendas. Por eso, la lectura seguirá cuidándonos si cuidamos de ella. No puede desaparecer lo que nos salva”. Charo, otra lectora, nos regala esas frases del manifiesto por la lectura de Irene Vallejo, autora que ha recibido este año 2021 el premio Glauka, galardón que entrega esta asociación desde hace tres décadas, tras disfrutar de las páginas de su libro El infinito en un junco (Siruela, 2019). “Me encanta leer y cambiar de pareceres”, comenta Charo. “Aquí discutimos simple y llanamente de un libro que hayamos leído en contraste de pareceres. No todos tenemos la misma opinión. Un mismo párrafo a una persona le dice una cosa y a otra le dice otra”, explica esta lectora que se decanta por novelas históricas “de la Edad Media, por ejemplo, pero cada libro te cambia, te enriquece y te hace ver la vida de otra manera”.
Desde el primer párrafo
“Una máquina de escribir reventó mi destino. Fue una Hispano-Olivetti y de ella me separó durante semanas el cristal de un escaparate. Visto desde hoy, desde el parapeto de los años transcurridos, cuesta creer que un simple objeto mecánico pudiera tener el potencial suficiente como para quebrar el rumbo de una vida y dinamitar en cuatro días todos los planes trazados para sostenerla. Así fue, sin embargo, y nada pude hacer para impedirlo”. Así comienza El tiempo entre costuras de María Dueñas, lectura que comparte con nosotros Luis Clemente, el coordinador del club Letras Mágicas. “Los primeros párrafos de todos los libros, y en particular de las novelas, siempre me han parecido un desencadenante de lo que va a venir después y quizás la marcha del resto del relato esté ya en esas primeras líneas”, nos cuenta Luis. En su taller están leyendo ahora Castellano, el último libro de Lorenzo Silva. “Todos los lectores que estamos en un club de lectura remamos en el mismo sentido, en compartir una lectura”, dice Luis. “El coordinador es un lector más y lo único que intenta, con unos datos previos de haberse leído el libro, de haber sacado las notas oportunas, es hacer la lectura más accesible y que los comentarios, aunque se puedan diversificar, se puedan encauzar con arreglo a la temática y sobre todo a los sentimientos que producen las novelas”.
El taller enriquece
Para Charo García el rato semanal del club de lectura “es una gran alegría, estás deseando que llegue el jueves porque aquí tenemos un ambiente fenomenal y lo que no has sacado tú del libro pues, como estamos todas, le podemos sacar más jugo. Eso te lo enriquece muchísimo”.
Luci Moreno se apuntó a este club de lectura de las Endrinas tras instalarse en Cuenca después de su vida de trabajo como cartera en Albalate de las Nogueras. “Siempre me ha gustado leer y aquí hay un grupo de gente con mucho ánimo y mucha intención”. Luci se refugia en la ficción después de muchos años en los que, por sus ocupaciones con cargos de gestión en la administración local, fue alcaldesa dieciséis años, y provincial en el área de Cultura de la Diputación, “he tenido que leer tantos decretos que tengo la cabeza como un tambor”, reconoce, “y lo que hago ahora es leer cosas cortitas y que me alegran”.
José Luis Sampedro en el origen
Begoña Marlasca es la coordinadora de este taller de las Endrinas y una de las responsables de que estos clubes de lectura arrancaran amparados por la biblioteca pública Fermín Caballero que ella dirigía. “La duda que teníamos cuando empezamos era cómo atraer a mujeres que estaban en su casa atendiendo a sus hijos, a padres mayores, con las tareas de amas de casa a finales de los años ochenta. ¿Qué les podría atraer? Entonces pensamos, junto a María Luisa que estaba en el Centro de Adultos, que a todos nos gusta retrotraernos en la infancia por lo que propusimos para leer los cuentos populares de todos los tiempos. Después enseguida tiramos hacia nuestro querido José Luis Sampedro, porque El río que nos lleva fue una de las lecturas que enganchó y eso era muy complicado con personas que no estaban acostumbradas a leer e incluso algunas presentaban dificultades lectoras”, recuerda Begoña.
Tanto les marcó Sampedro que cuando leyeron La vieja sirena decidieron adoptar el nombre de Glauka, uno de sus personajes, para el premio anual que esta asociación ha concedido desde entonces y que han recibido personalidades como el propio creador del personaje, Josefina Rodríguez Aldecoa, Soledad Puértolas, el poeta conquense Diego Jesús Jiménez, Lorenzo Silva, Carmen Posadas, Raúl del Pozo, José Luis Perales o, la más reciente, Irene Vallejo en 2021.
“El primer taller de lectura yo lo formé aquí en 1987”, dice Marlasca, “era el tercero en España y el segundo en Castilla-La Mancha después del de Guadalajara. No existía una experiencia de dinamizar a adultos en el mundo de la lectura dentro de las bibliotecas”.
La labor del coordinador
¿Y cuál es la tarea de un coordinador de club de lectura? “Cada maestrillo tiene su librillo”, dice Begoña. “La calve de todo, y todos perseguimos ese objetivo, es que el libro se contemple desde la mirada de cada uno de los que venimos y que todo eso enriquezca a todos los demás. A veces hay libros que dan mucho de sí y otros menos, por distintas razones. La clave está en conseguir que todo el mundo aporte lo que pueda sobre ese libro llevado sutilmente de la mano del coordinador”.
Como ejemplo de cómo se trabaja en el taller, Begoña nos cuenta “los deberes” que les ha puesto para esta sesión sobre el libro Claus y Lucas de Agota Kristof que están leyendo ahora. “Para aprender la dureza de la vida, la abuela de los protagonistas, que es mala, con una vida muy dura en una zona rural de una Hungría en plena II Guerra Mundial muy machacada por las invasiones de ejércitos extranjeros, les intenta educar en medio de una austeridad en la que falta todo lo más básico. Los gemelos, que son un poco superdotados, intentan aprender por sí mismos a manejarse en la vida. Se compran una libretilla y empiezan a describir lo que les pasa y lo que ven. Eso es lo que nos cuenta realmente la novela, desde la mirada de ellos, pero sin entrar nunca en sentimientos ni emociones ni juicios. La tarea que les he pedido para hoy es tres o cuatro líneas sobre la Navidad en las que no metan nada de emociones ni de sentimientos ni de juicios”.
Endrinas
Nos queda una duda. ¿Por qué se llama Endrinas el taller de lectura en el que estamos? “Es el nombre de la protagonista de uno de los primeros libros que leímos en el taller”, nos cuenta Gloria. “Como somos muchas, pues endrinas”.
Una de las endrinas es Delfina que reconoce que “en los libros que leo sola en casa fuera de este taller, yo mi idea; aquí, con el libro que leemos todas, lo veo de distinta forma”.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...