Memento mori

Pamplona

Memento mori

Cuando Roma recibía a sus legiones victoriosas un siervo sujetaba la corona de laurel con la que se premiaba al general triunfante y le recitaba como un mantra este latinajo que traduciríamos como "recuerda que eres mortal". El objetivo era que el general no pensara que la vida iba a ser siempre ese desfile triunfal o lo que la chavalería de hoy definiría como "no fliparse".

En la política actual, más que memento mori, habría que recomendar otra cosa; "sal del despacho". Es una tentación clásica de los responsables públicos creer que el mundo se reduce a lo que se cuenta en el Parlamento. Por eso todo lo que tú y yo vemos a diario en nuestro centro de salud le suena a la consejera así.

Y puede ser que la portavoz de Navarra Suma que hace esa crítica en el parlamento tampoco pueda presumir mucho de la gestión cuando era número dos del departamento de Salud y llevaron a cabo el mayor recorte de su historia. Pero la desconfianza no la siembra ella, o no sólo ella, sino los teléfonos que suenan y nadie coge, las consultas que no llegan o las plantillas exhaustas.

Reyes, enfermera saturada en un sistema que sobrevive porque como dicen ellas en sus grupos de whatsapp; a pesar de todo sobreviviremos.