Manuel Laguna deja Cuenca tras once años como comisario de Policía Nacional
Toma posesión este lunes como jefe Superior de Policía de La Rioja, y ha hecho balance en la SER de su etapa en Cuenca
Cuenca
El asesinato de Marina y Laura ha sido la operación más difícil realizada por la Jefatura de la Policía Nacional de Cuenca en los once años en los que ha estado al frente Manuel Laguna como comisario. Laguna toma este lunes posesión de su nuevo cargo como jefe Superior de Policía de La Rioja.
Laguna ha repasado en la SER su trayectoria al frente de la Comisaría de Cuenca. En estos once años los índices de delincuencia no sólo no han subido, sino que se han reducido en torno a un 10%. Eso hace, según el propio comisario, que sea una de las provincias y de las capitales más seguras de España.
Respecto a los asesinatos de Laura y Marina, Laguna asegura que este hecho luctuoso fue muy duro en el ámbito profesional y personal porque conocía tanto a las familias de las chicas fallecidas como a la de su asesino, Sergio Morate. Cree que desde la Comisaría de actuó de forma muy eficaz para encontrar los cadáveres de las chicas y para localizar y detener en Rumanía a Morate pocas horas después del doble asesinato.
Laguna ha reconocido que se deja un asunto pendiente en Cuenca, ver acabada la nueva comisaría de la Policía, pero está convencido de que será pronto una realidad. Ha recordado que en 2021 se tiraron los tabiques instalados en los dos edificios que iban a acoger a CCOO y UGT y se han dejado diáfanos para adaptarlos a las necesidades de la comisaría. Además las obras están recogidas en los Presupuestos Generales del Estado de 2022.
Entre sus logros, el que ha sido comisario de Cuenca en los últimos once años, ha destacado la creación de la Unidad de Familia y Mujer con nueve funcionarios más y el incremento de plantilla consiguiendo recuperar vacantes de policías jubilados. En la actualidad el catálogo de personal, según ha explicado, está al 95%; estaba al 70% cuando él llegó a Cuenca.