Ángeles, demonios y atributos varios
La Casa de Cultura acoge una exposición fotográfica del arandino Ángel Herraiz que muestra una divertida visión del tesoro escultórico que adorna la fachada de la catedral de Burgos
Raquel González y Ángel Herraiz / Cadena SER
Aranda de Duero
La Casa de Cultura de Aranda acoge una exposición fotográfica que ofrece una mirada muy particular de la Catedral de Burgos. ‘Ad Gloriam Dei’ (para la gloria de Dios) es el título de esta amplia colección de imágenes de Ángel Herraiz, fotógrafo arandino asentado en Burgos, que a lo largo más de 40 años de profesión ha ido reuniendo sobre detalles de este templo que suelen pasar inadvertidos para ojos menos atentos a iconos, muchas veces escabrosos, cuasi pornográficos o en otros casos escatológicos, que es difícil entender cómo el clero en su momento lo pudo permitir. Lo que retrata son gárgolas y quimeras, ángeles y demonios, personajes solitarios o en escenas delirantes, tenantes y seres fantásticos.
La selección no pretende ser exhaustiva sino simpática mostrando algunas de las imágenes más curiosas o divertidas, que el autor iba recogiendo por su cuenta en muchas ocasiones cuando estudiosos del arte le contrataban para tomar imágenes de calidad de toda la ornamentación escultórica de la fachada. Este pequeño tesoro ha permanecido oculto durante varias décadas hasta que el autor se decidió a darlo a conocer con motivo de la celebración del VIII Centenario de la Catedral de Burgos. “Me di cuenta a lo largo del tiempo de que los académicos, dicho con todo respeto, porque son amigos míos, tienen un poco orejeras, es decir van a lo suyo, a estudiar la composición de San Jerónimo, si la talla corresponde al estilo de Francisco de Colonia o Simón de Colonia y yo aprendí mucho de ellos, pero no miran el conjunto y pierden el contacto humano y yo veía las escena y decía “pero si aquí en la peana hay un mono masturbándose” y no me hacían caso, entonces yo hacía la foto que me mandaban, que era de cobrar y después me agachaba y hacía la otra y ahí se quedaba, hasta que aprovechando el octavo centenario de la catedral lo quise poner en valor, lo rescaté y tengo una colección de imágenes un poco sorprendentes”, explica el fotógrafo.
El fotógrafo muestra a la alcaldesa algún detalle de una de las esculturas más atrevidas / Cadena ser
El fotógrafo muestra a la alcaldesa algún detalle de una de las esculturas más atrevidas / Cadena ser
“Los burgaleses pasamos junto a la catedral y la vemos como uno más de nuestros vecinos –dice Ignacio González de Santiago, el autor de los textos que acompañan a las fotos-. Nuestra indiferencia, por cotidiana, es nuestro pecado. Y, habiendo nacido privilegiados, cargamos con la penitencia de no disfrutar como debiéramos de tanta belleza, de tanto saber, de tanta piedra hecha alma. Por eso siempre se puede ver más, discernir lo que estando delante no advertimos y así, en constante interrogación, buscar y encontrar”. En este aspecto, explica que Ángel Herraiz es “el lazarillo que nos hace ver lo que, estando evidente, era invisible”.
La muestra de Ángel Herraiz, que se define como “un arandino que ejerce como tal”, aunque no viva en este municipio, da para una visita sosegada para disfrutar de una extensa iconografía de la que el espectador puede disfrutar gracias al objetivo indiscreto y el magnífico sentido del humor de este artista gráfico.
La alcaldesa de Aranda inauguraba este jueves esta muestra, que recomienda visitar. Raquel González se comprometía a reservar cada año esta sala durante unos días a este fotógrafo, que cuenta con otras curiosas colecciones.
