Ellos prefieren a Orbán

León

Los estrategas electorales que rodean al candidato del PP a seguir presidiendo el gobierno de la Junta no quieren hablar del pasado y fabrican mentiras, a través de las redes sociales, para que sirvan de señuelo que difunde la red de medios de comunicación afines y los voceros propios con argumentario prefabricado.

Esta derecha que algún tiempo quiso parecerse a los liberales de la Europa moderna y democrática ha devenido ahora en una organización rancia y tan trasnochada como las derechas de Hungría, Chequia o Polonia. Para entendernos, estos dirigentes populares están mucho más cerca de Orbán que de Merkel. Y ese es un gran problema para la democracia española. Para los españoles y para los leoneses.

Esas son palabras mayores. Las pequeñas, imputables a la administración del presidente Mañueco, y que padecemos a pie de calle, son los ocho días que debemos esperar para una cita con nuestro médico de cabecera. O, el hecho de que los centros de la tercera edad de la Junta carezcan de algo tan básico como el acceso a la red wifi. O, la preocupante y continuada pérdida de población de una provincia que ve como llenan sus campos de plantas fotovoltaicas y aerogeneradores.

La penúltima perla la publica hoy el digital Leonoticias. Según este medio, la Consejería de Fomento adjudicó uno de los contratos, para realizar test de antígenos, por valor de 2,34 millones de euros, a un empresario salmantino que a su vez es consejero de Somacyl, una entidad pública perteneciente a la misma consejería que dirige el leonés Juan Cárlos Suárez Quiñones.

Todo queda en casa, en Somacyl, una entidad que huele a un saco sin fondo que sirve, de momento, para evitar fiscalizaciones políticas de gastos.