Golazo a golazo no basta

León

El espectacular gol de cada día no saca a la Cultural "de pobre". Jon Gaztañaga se puso la bota de Aarón y colocó su trallazo desde el vértice izquierdo del área en la escuadra. No fue un disparo, fue una obra de arte. Era la guinda a un convincente arranque de partido. La mejoría del equipo leonés es evidente y avanza en el orden y la presión, aunque, tal vez, quedó más patente en su comportamiento en el campo cuando la tarde se torció de forma abrupta.

Curro Torres sigue dando oportunidades a los clásicos mientras espera que los fichajes se pongan a punto y el mercado aclare algunas situaciones individuales. Por ello, su once sonó a más de lo mismo, pero con el matiz de la aparición de Ketu. No le colma Álvaro Juan, no le dice gran cosa Nahuel y dejará de contar con Ketu a este paso. Uno de los costados es manifiestamente mejorable. Debutó Fran Cruz, que tratará de olvidar cuanto antes su primer día de blanco porque en su debe, o en el del colegiado, según se mire, estuvo la jugada que lo cambió todo.

Porque de hablar del hielo del fondo sur, de lo que se le escapó a Vitoria de cabeza, del despliegue de un Castañeda renacido, del mal inicio del Real Unión, de cómo creció tras el gol en contra, del error de Llamas a puerta vacía, de la reacción de Sotres al testarazo del mismo "8" o de los silbidos del público a un Mangana, más ofensivo en su ubicación, igual de superado que en otras citas, se pasó en el Reino a mirar al árbitro.

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Había retirado Torres a Mangana por el malestar físico que arrastraba y tiró de Rodri ante los problemas musculares de Alberto Benito y la dolencia de Galas, que, días después de dejarse querer por el Castellón, sorprendentemente se cayó de la lista. Y por si las dificultades defensivas fueran pocas, Seguín ganó la espalda de Cruz, que sujetó al delantero cuando iba a encarar a Sotres. Penalti y expulsión. Desmedida la decisión a bote pronto, pero acertada según las distintas intepretaciones arbitrales que empezaron a llegar. Transformó Capelete y a la Cultural le cambió el gesto.

Mutó a un equipio disciplinado y para nada temeroso. La orden fue defender lo más lejos posible de Sotres. Arriesgado y, finalmente, acertado. Más firme con Castañeda y no Gaztañaga de central, el plan de choque inicial. En más de cuarenta minutos de inferioridad, el Real Unión no chutó, más allá del gol anulado a Temenuzhkov y de la carrera al espacio de Carlos Bravo. No falló en su vaticinio. Recibió una sonora bronca y las tuvo tiesas con Rodri. Controlado el propio, para aspirar a algo más en el campo contrario tiró el técnico del ímpetu de Percan, la fuerza de Jony Álamo, también de estreno, y de la enorme labor de Vitoria, ganando duelos áereos. Una peinada suya puso a Percan con el caramelo en la boca que le quitó Kijera y un tiro propio acabó en las manos de Irazusta. En el día de su cumpleaños, Vitoria se quedó a medias y la Cultural, cariacontecida. Su reacción en diversas fases del juego tiene una relación diametralmente opuesta con los resultados. El fútbol no entiende de otra cosa. Lezama le pondrá en su sitio.

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CULTURAL 1: Dani Sotres; Mangana (Rodri, 46'), Moreno, Fran Cruz, Castañeda; Gaztañaga, Cerrajería; Álvaro Juan (Percan, 57'), Solís (Álamo, 79'), Ketu (Empis, 69'); Vitoria (Buenacasa, 79').

REAL UNIÓN 1: Irazusta; Santos, Iván Pérez, Barbu, Kijera; Beobide, Vivancos (Rivero, 69'); Capelete (Núñez, 88'), Llamas (Oyarzun, 81'), Seguín (Pradera, 88'); Temenuhkov (Carlos Bravo, 69').

ÁRBITRO: Gómez Lameiro (Galicia). Amonestó a Álvaro Juan, Cerrajería, Sotres, Rodri y Barbu. Expulsó a Fran Cruz (minuto 49).

GOLES: 1-0- Gaztañaga (minuto 23), 1-1- Capelete (p) (minuto 50)

INCIDENCIAS: Estadio Reino de León, Presenciaron el partido 3583 espectadores